DANIEL DHERS, PLATA EN BMX FREESTYLE EN TOKIO 2020: “HE PASADO DE HACER UN DEPORTE MAL VISTO A SER COMO UNA ESTRELLA DE ROCK”
Si su nombre no le suena pregunte a cualquier venezolano y le expresará su entusiasmo y admiración por su compatriota Daniel Dhers, subcampeón olímpico de BMX en su modalidad de Freestyle, recién integrada en el calendario olímpico. Para los seguidores de este espectacular deporte Dhers es también digno de admiración y respeto, pues a sus 36 años se ha labrado un palmarés que, entre otros, incluye seis medallas de oro en los prestigiosos X Games.
Daniel Dhers arrastra masas -damos fe de ello-. Posiblemente influirá que su país, Venezuela, no puede para su desgracia presumir de numerosos medallistas olímpicos. Es por ello que no nos extraña la popularidad que se ha granjeado entre los suyos, a los que él pacientemente no solo alegra y regala victorias, sino su tiempo sin negarse en ningún momento, durante minutos y minutos, a posar junto a fans para sus selfies particulares. Fue lógico por tanto el recibimiento que tuvo en su país tras su plata en Tokio 2020 y que nos narra: “Fue la locura. Es bastante complejo para mí pero es muy bonito. Me sorprende que las personas se alegren por que yo monte en bicicleta y haga arte con la bici. No termino de entender el porqué exacto. Sí me alegro de haber pasado de hacer un deporte que era muy mal visto a ser ahora como una estrella de rock”. Él corresponde a ese amor con gestos que pueden parecer banales, pero hacen un guiño a su país, como el skyline de su ciudad, Caracas, en su casco olímpico: “Cuando estábamos haciendo el casco para Tokio 2020 no podíamos poner la marca de mi patrocinador. Mi primer casco de Red Bull que tuvo mi diseño tuvo el skyline de Caracas; competí con ese casco hace 15 años. Siento que tenía ese carácter simbólico para mí; aparte representa mi ciudad. En Tokio lo incluimos, así como las letras de Venezuela, que tuvimos que cubrir porque al COI no le gustó mucho la tipografía porque se parecía a la de Red Bull”.
Sin embargo, de muy joven Dhers tuvo que trasladarse al extranjero para mejorar en su deporte: “Me trasladé a Buenos Aires cuando tenía 16 años. Allí mi deporte estaba mucho más desarrollado que en mi país y me ayudó mucho a desarrollarme porque los rivales eran mucho mejores que yo. Si quieres progresar has de rodearte de personas mejores que tú. Cuando maximicé mi tiempo allí quise ir a Estados Unidos, que es la meca de mi deporte y eso hice. Fui y me traté de juntar con los mejores corredores del mundo para poder crecer en mi deporte”. En Estados Unidos ha formado incluso una academia que cuenta entre sus pupilas a chicas que han sido en Tokio medallistas olímpicas (la estadounidense Hanna Roberts, plata, y la suiza Nikita Ducarroz, bronce): “Me alegró porque un montón de corredores que iban a los Juegos Olímpicos se mudaron a mi ciudad para mejorar y están ahora entre los mejores del mundo. Me da mucha alegría ver que su esfuerzo pagó porque sé lo difícil que es competir a este nivel, no sólo el entrenamiento; el estar ahí también es muy complejo, hay muchas distracciones y puedes sentir mucha presión. Es un evento bastante complejo y siento que mi experiencia me ayudó a manejar todas esas emociones”.
Por si no conocen el estético (y en ocasiones peligroso) deporte que practica, diremos que se trata de puntuar trucos que se realizan sobre una bicicleta en un circuito de asfalto con diversas dificultades, saltos, etc. a la manera del que se usa en el skateboard. Las caídas sobre el duro suelo son habituales y las lesiones que se producen no escasean precisamente. Daniel se ha fracturado huesos lumbares, costillas, esternón, esguince de pie, de manos…”Aun así he seguido porque la adrenalina es adictiva y es difícil de dejar y ya a nivel profesional es un poquito más complejo”, nos confiesa. Empezó a practicar el BMX Freestyle “porque era diferente, no teníamos reglas, hacías lo que querías, no tenías un entrenador, tenías mucha libertad; estás como creando arte a través del deporte. Ha cambiado un montón; se han perdido un par de cositas que me gustaban pero a mí, con mi edad, me parece bien porque yo necesito estructura en mi vida y el deporte se ha estructurado un montón más”.
Pese a haberse labrado un palmarés envidiable en los X Games Daniel Dhers quiso participar en unos Juegos Olímpicos: “En 2017 se habló de incluir en los Juegos Olímpicos mi deporte, pero yo pensé que iba a ser para el 2024, no para el 2020 y, cuando dijeron entonces que iba a ser para Tokio 20202, yo gano ese año (2017) el Tour mundial y me dije que tenía gasolina en el tanque, así que por qué no intentar participar ya que era la única competición a la que no había ido en mi carrera”. En su deporte hasta ahora la competición más importante han sido los X Games. Le preguntamos por las diferencias entre éstos y unos Juegos Olímpicos: “Son muy, muy diferentes. Los X Games es el sueño que uno tiene porque yo crecí viéndolos, pero los Juegos Olímpicos tienen una importancia a nivel mundial y es otra cosa. Cuando yo gano los X Games la gente dentro de mi gremio me reconoce, pero ahora, tras los Juegos, es a nivel mundial. Yo me subo en el avión de una aerolínea americana y aunque yo esté representando a Venezuela el capitán viene y me saluda. Los JJ.OO. aportan mucha más visibilidad y cuando vas a ellos ves que su nivel de logística es increíble”.
Definitivamente su participación en los Juegos de Tokio le pareció altamente positiva -medalla aparte-: “El ambiente en Tokio entre nosotros, los del BMX Freestyle, era bueno y sabíamos lo importante que era para nuestro deporte estar en unos Juegos Olímpicos, aunque no sabíamos hasta qué punto. Todos disfrutamos de los Juegos, considerando las restricciones que había debido a la pandemia. Aunque no estaba permitido el público, en nuestro deporte en las gradas había bastante gente procedente de las delegaciones, que tenían acceso, ya que muchos querían ver el BMX”. Eso pese a que durante los Juegos vivió de cerca un incidente que, afortunadamente, se resolvió: “A mi compañero le robaron la bicicleta y fue un boom porque yo lo comenté en Instagram y toda Venezuela colapsó pensando cómo le iban a robar en Tokio. Desapareció en la villa olímpica y al final del día apareció”. Le ha cogido tal gusto a los Juegos que quiere volver a estar en unos: “Quiero llegar hasta los Juegos de París 2024 ya que me gustaría vivir unos Juegos sin pandemia. Aparte sé el impacto que tuvo [mi medalla] en Venezuela gracias a estos Juegos Olímpicos y sé que puede ayudar a darle una alegría a mi país, que ha tenido tantos años de conflicto, y quiero que Venezuela de alguna manera o de otra pueda cambiar internamente, que podemos hacer cosas indiferentemente de la situación”.
A su edad y, sobre todo, la pujante nueva generación que ya está encima, podríamos pensar que Dhers quiere retirarse pronto de su exigente deporte, pero, nos cuenta: “por ahora me veo como corredor pero más adelante sí que me gustaría tener a algún corredor, porque sé que voy a estar limitado por mi habilidad, en las ganas, porque competir es muy estresante y yo llevo muchos años haciéndolo. Los conocimientos que tengo sé que se los puedo transmitir a otro corredor para que pueda lograr lo que yo he logrado y más ya que voy a tener limitaciones en algún momento”.
Un comentario
Virginia
Es una alegría que pueda llevar felicidad a tanta gente y que tenga tanto entusiasmo e ilusión, espero que logre sus objetivos¡.