Concienciados olímpicos,  Paralímpicos

ANNIKA VAN DER MEER: LA PARATLETA MÉDICO QUE AYUDÓ DURANTE LA PANDEMIA

La neerlandesa Annika van der Meer es mucho más que una exitosa paratleta. Ella es una más de los deportistas de élite que se sumaron durante la pandemia a ayudar desde el punto de vista sanitario, ya que Annika es trabajadora sanitaria, especializada en pediatría y oncología. Desde el momento en que se decidió el retraso de un año de los Juegos de Tokio se puso a disposición de un hospital oncológico pediátrico de su país que la había contactado previamente y, tras un curso de capacitación para ayudar en la atención de los enfermos de coronavirus, se dedicó en cuerpo y alma a ellos, dejando de lado su preparación para los Juegos -que no retomó hasta enero de 2021-. Simplemente no se sentía motivada para remar (el para remo es la especialidad en la que compite) y sí para ayudar en lo que pudiera durante la pandemia.

Porque Annika desde niña tuvo claro que tenía dos vocaciones arraigadas fuertemente: la Medicina y ser olímpica y ambas las ha conseguido, no sin tener que haber luchado mucho por ellas. En cuanto a la faceta deportiva su pasión por el deporte ha sido tal que en parte es el causante de su parálisis. Ella quería ser en un principio esquiadora alpina, pero en su país, Países Bajos, esta posibilidad simplemente no existe. Aun así esquiaba y fue esquiando cuando tuvo un accidente, a los 21 años de edad. En realidad aunque tiene la médula espinal sin dañar y una pierna en un primer momento en perfecto estado, su pierna derecha quedó muy perjudicada en cuanto a la fuerza de sus músculos y el estado de sus nervios. Tras el accidente, se vio obligada a depender en parte de la silla de ruedas, aunque aún podía caminar gracias a unas prótesis y entrenamiento, asombrando a sus propios médicos.

Foto de Vicair

Fue en ese momento -hablamos de 2009- cuando empezó a conocer el deporte paralímpico y se introdujo, como no podía ser de otra manera, en el paraesquí con vistas a participar en los Juegos de Sochi. En esas, se lesiona su pierna buena, dañando el nervio y, lo que es peor, rompiéndose los ligamentos de la rodilla. Aunque por fortuna fue operada con éxito tuvo que decir adiós al esquí, ya que había sido la práctica de éste la que había causado la lesión. También dejó de andar como había conseguido hacerlo antes.

Pero estamos hablando de una deportista de corazón; el esquí la había dejado a ella pero ella no podía dejar el deporte en absoluto, así que se introdujo en uno nuevo: el ciclismo. Esta deportista todoterreno estaba convencida de que podía practicar el ciclismo con una sola pierna…y así lo hizo, llegando a participar en el Mundial de ciclismo en pista de 2015. Lamentablemente hacerlo le producía dolor y mayores daños a la pierna, por lo que tuvo que abandonar esa modalidad deportiva hasta que, de repente, le dan a conocer ese mismo año de 2015 otro deporte que se convertiría en el definitivo para ella: el remo adaptado. Sus capacidades deportivas se demostraron perfectas para esta especialidad, en la que se proclamó campeona mundial en dos ocasiones (2017 y 2018). Los Juegos Paralímpicos de Tokio estaban a la vista y para ellos entrenaba cuando estalló la pandemia.

En su etapa como ciclista. Foto de Aviron

Fue entonces cuando Van der Meer tuvo que hacer un parón en su carrera deportiva para dedicarse a su profesión médica. Antes hemos de decir que haber estudiado Medicina, compaginándola con su carrera deportiva, no le fue tan fácil. Pero aún más difícil fue realizar las prácticas en las salas de operaciones. Al ir en silla de ruedas no le permitían entrar y sin prácticas no se podría graduar. Tuvo que poner todo su empeño en tratar de convencer a los docentes de que, al fin y al cabo, ella no quería dedicarse a la cirugía. Finalmente se graduó con excelentes notas. Su intención era participar en los Juegos de Tokio en 2020 y después despedirse del deporte para, una vez acabados aquéllos, dedicarse ya en cuerpo y alma al ejercicio de la Medicina. Como hemos visto, tuvo que retrasar su despedida del deporte a la vez que adelantaba su práctica activa de la Medicina, aunque no fuera en su especialidad sino en la lucha urgente contra la pandemia. Annika tenía las cosas claras cuando estalló la pandemia: “Primero soy médico, en segundo lugar, remera”.

A día de hoy, Annika van der Meer afirma haber cumplido todos los sueños que tuvo de pequeña. Puede que sus planes se hayan trastocado un poco debido a la pandemia, como en realidad nos ha ocurrido a todos, pero los objetivos se cumplieron: compitió en Tokio 2020 junto a su compañero Corne de Koning en la categoría de remos mixtos PR2 y, pese a los obstáculos burocráticos, se graduó en Medicina y ya ha ejercido durante un duro año que la ha enriquecido internamente.

Foto del Comité Paralímpico Internacional via Getty Images

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