JUAN MANUEL VIVALDI, CAMPEÓN OLÍMPICO DE HOCKEY: “LLEGAMOS A RÍO CON LA SEGURIDAD DE HACER ALGO GRANDE”
Juan Manuel Vivaldi puede decir que es campeón olímpico…y que “de más joven”, siendo el cantante y líder de un grupo de rock llamado Nosferatu, llegó a tocar en Cemento, uno de los sitios más emblemáticos y de culto del rock argentino, donde tocaron e incluso se formaron las bandas argentinas más importantes. Pero en un momento decisivo de su vida tuvo que apostar por la música o el deporte y eligió éste último…y le fue bien, muy bien.
A nivel de selección el cancerbero de la selección albiceleste disputó sus primeros Juegos Olímpicos en Atenas 2004, aunque allí no fuera titular aún y sólo disputara un encuentro. Vivió esa su primera experiencia olímpica como lo hacen tantos otros: “Cuando uno va por primera vez a unos Juegos se distrae más y está más atento a todo el contexto que a enfocarse. Yo tampoco era titular en ese momento y estaba un poco más relajado”. Después llegó el gran disgusto: no clasificarse para la siguiente cita olímpica, a disputarse en Pekín. Eso provocó su primera gran crisis como jugador: “No habernos clasificado para los Juegos de Pekín fue uno de los golpes duros que tiene el deporte. Hubo que transitar ese momento, en medio de una crisis. Por suerte gracias al apoyo de la familia, amigos, compañeros y entrenadores pudimos continuar adelante”. A ese golpe siguió otro, dos años más tarde, cuando no fue convocado para disputar el Mundial de 2010: “En 2010 el seleccionador decidió no convocarme. Viví mal ese momento. No poder jugar un Mundial por una decisión técnica fue un golpe muy duro y no fue porque estuviera en un mal momento sino porque no había jugado un torneo tres o cuatro meses antes del Mundial, así que la verdad es que me molestó mucho”. Pero El muro, el Capitán Fantástico o el Eterno portero, como le han llamado, aún no sabía por entonces, en medio de sus peores momentos profesionales y cuando estuvo planteándose incluso su retirada, que lo mejor estaba por venir.
A nivel de selección sí que fue a los Juegos de Londres 2012 y disputó allí todos los partidos. Por entonces, aún “la situación del equipo no era la ideal” para su selección, que quedó apeada tras finalizar sólo en un quinto puesto en la fase de grupos. A partir de entonces tuvo lugar el cambio radical en el hockey masculino argentino: “El salto del equipo argentino fue tras los Juegos de Londres 2012. Hubo un cambio de entrenador y a partir de ahí el equipo empezó a crecer y a entrenar más. Fue un gran cambio el que ellos iniciaron con la forma de entrenar, la forma de prepararse, la exigencia. La verdad es que el equipo no estaba habituado a eso y se hizo un cambio totalmente radical a lo que se venía haciendo. El equipo empezó a crecer; en la Copa del Mundo de 2014 ya sacamos una medalla de bronce”.
Vivaldi nos confesó que la selección masculina argentina se sabía internamente capaz de algo grande para los siguientes Juegos Olímpicos, donde volvió a ser el portero titular disputando todos los partidos: “Sabíamos que teníamos muchas posibilidades de hacer un buen torneo. Habíamos llegado con mucha seguridad de que podíamos hacer algo grande; era un sentimiento de todo el equipo y del cuerpo técnico que no se manifestaba hacia afuera pero sí había una seguridad interiormente de que lo podríamos lograr. El equipo fue creciendo y sintiéndose cada vez más cómodo y más seguro”. Fueron a la ciudad brasileña tan enfocados y concentrados que ellos mismos decidieron que no iban a desfilar en la ceremonia de inauguración, para descansar en la villa olímpica aunque, eso sí, no se perdieron el espectáculo, sentados en la plaza de la villa olímpica, de ver pasar por delante suyo a las delegaciones camino del desfile: “Nos pasaban todos por delante y nosotros ahí sentados, tomando mate y mirando cómo se iban y nos cruzamos por delante de los jugadores de la NBA, con los que nos hicimos fotos”.
La concentración mereció la pena, ya que los albicelestes se llevaron el oro. Imagínense el recibimiento a su vuelta: “No teníamos ni noción de lo que se estaba viviendo [en nuestro país]. Fue magnífico. Todo el mundo se enteró de nuestro logro. Argentina no es un país que consiga muchas medallas en Juegos Olímpicos. Haber conseguido el oro fue algo que trascendió porque también era algo que nadie se esperaba. Hizo que se diera a conocer el equipo y el deporte en Argentina. A partir de ahí tuvimos una mayor exposición y trascendencia. Hizo que creciera el hockey masculino, que ya estaba muy desarrollado en femenino”.
Juan Manuel Vivaldi, que en 2014, 2016 y 2017 fue nominado como Mejor Arquero del Mundo ya piensa en Tokio 2020, donde estará con 42 años cumplidos en las vísperas. Se le supone más presión y responsabilidad por tener el decisivo puesto de portero, pero él no siente dicha presión: “De verdad que estoy tranquilo, estoy más mayor, más maduro. Tengo más experiencia y eso me ayuda a estar más tranquilo, poder ver el partido más claro, tratar de dar información al equipo. Si hay algo que me hicieron bien los años y la experiencia fue asentarme y estar más tranquilo. Eso me ayudó a rendir mejor dentro de la cancha”. Ya lo ha ganado todo, pero reeditar un título olímpico sería la culminación máxima de su brillante carrera.
Un comentario
Virginia Bernardi Garrido
Muy interesantes las vivencias del portero.