LA EVOLUCIÓN DE LOS LOGOS DE CIUDADES OLÍMPICAS

Si no sigues al detalle el proceso de una ciudad en su candidatura olímpica puede que ignores que, en el caso de las ya nombradas como vencedoras, su logotipo cambia. A veces los cambios son ligeros, una mera evolución de la primera concepción, en otros casos el cambio resulta drástico. El porqué de una nueva inversión en otro diseño, cuando se había apostado por uno en el proceso de selección, lo ignoramos, pero es una práctica que se viene desarrollando elección tras elección. Repasemos los ejemplos de las ediciones olímpicas más próximas, tanto en el pasado como en el futuro:

-Cambio radical el que experimentó el logo de Londres 2012. Si en su primera versión se quiso resaltar en su imagen la importancia del río Támesis en la ciudad por medio de una banda conformada por los colores olímpicos y con la forma del río a su paso por la capital, el diseño definitivo, más críptico y moderno, se inspiró en los grafitis. En el nuevo logo se superponían los números correspondientes al año de celebración de los Juegos pero no faltó la polémica, al asemejarse -según algunos- a la esvástica nazi e incluso recogerse 50.000 firmas para recuperar el primero.

-Otro que sufrió una gran transformación fue el de los Juegos de invierno de Pyeongchang. El primero, usado en su candidatura, intentaba reflejar mediante una curva hacia lo alto tanto una montaña como pistas para deportes tipo snowboard o esquí de Freestyle. Sin embargo, se cambió radicalmente usando, con los colores de los aros olímpicos, una consonante del alfabeto coreano (Hangul) que vendrían a significar Pyeong y una palabra referida a la nieve y el hielo.

-Otro que experimentó un cambio radical corresponde a otros Juegos de invierno: los de Sochi de 2014. En su primera concepción componía una especie de corona de hojas con los colores olímpicos. Su logo definitivo se modernizó, usando un juego óptico no tan fácil de ver que incluía el nombre de la ciudad y, a modo de “espejo” debajo de ella el año de celebración de los Juegos.

-Otro cambio radical: el de Tokio 2020. Pasó de usar un símbolo japonés por excelencia como son las flores de cerezo por uno que “refleja la refinada elegancia y sofisticación que caracterizan a Japón” (en palabras de sus organizaciones) usando un modelo ajedrezado del periodo Edo pasado por un tamiz moderno.

-París 2024 ha sustituido a su emblemática Torre Eiffel presente en el logo de su candidatura para colocar otro símbolo, esta vez patrio y no sólo local: la figura femenina de Marianne.

-Pero la ciudad sede que más ha revolucionado el concepto del logotipo de unos Juegos Olímpicos ha sido Los Ángeles 2028. Si en su candidatura presentaba a una estilizada “ángel” (a partir del nombre de la ciudad) su logo ha pasado a ser dinámico y múltiple. Ya no hay un sólo logotipo, sino decenas de ellos, algunos diseñados por especialistas y otros por famosos como la actriz Reese Witherspoon o la cantante Billie Eilish. En el nuevo logo la A varía, adoptando diversos estilos, pero se cuenta también con sus correspondientes “versiones dinámicas”, esto es, en movimiento.

-Frente a todo ello tenemos algunos logos que no han sufrido cambios drásticos en su paso de candidatura a ciudad sede, como el de Pekín 2008: La primera versión usaba los colores de los aros olímpicos componiendo una figura geométrica redondeada que, si nos fijamos, no difería mucho en su versión definitiva aunque ésta sólo contaba con el color rojo y una figura masculina que en realidad estaba formada por el carácter “jing” que significa “capital”.

-Los Juegos de invierno de Turín 2006 sustituyeron una imagen clara del edificio más emblemático de su skyline, la Mole Antonelliana, por otro más modernizado que la representaba más sutilmente y que podría identificarse a su vez con una montaña.

-Finalmente Río 2016 usó los mismos colores en sus dos logos: los de la bandera de Brasil. En su primera versión había una sucinta representación del Pan de Azúcar y la costa, mientras que las redondeadas formas siguieron esa tendencia en el logo definitivo pero esta vez representando la unión que suponen unos Juegos Juegos Olímpicos en forma de figuras cogidas de la mano componiendo la R de Río.