KAITLYN LAWES Y JOHN MORRIS: HISTÓRICOS DOBLES OROS OLÍMPICOS EN CURLING
Canadá es el país claramente dominador en el deporte del curling. Son tantos sus practicantes y sus profesionales que triunfar en los clasificatorios para ver cuál de sus equipos representará a la nación en unos Juegos Olímpicos resulta en ocasiones incluso más dificultoso que vencer en los propios Juegos. Por ello es difícil que veamos a un mismo equipo canadiense de curling, ya sea femenino o masculino, repetir experiencia olímpica, por mucho que su palmarés en Mundiales y otros grandes torneos internacionales les avalen. Por descontado, más difícil aún será encontrar a un jugador de curling de ese país norteamericano en haber conseguido dos medallas olímpicas. Kaitlyn Lawes y John Morris, sin embargo, lo han conseguido y además con dos medallas de oro en ambos casos.
El hecho tiene “truco”: mientras que sus respectivos primeros oros olímpicos fueron conseguidos en el torneo femenino y masculino el segundo lo fue en el debut del doble mixto, acaecido en los Juegos de Pyeongchang. A falta de poder clasificarse en esa cita olímpica con sus respectivos equipos ambos unieron fuerzas y se presentaron para esta nueva experiencia, de la que salieron tan bien parados. Y decimos nueva a conciencia, incluso deberíamos subrayar que fue novísima para ambos, pues apenas habían entrenado juntos antes. De hecho en las pruebas clasificatorias olímpicas de su país ni siquiera estaba previsto que participaran juntos. Morris debía haberlo hecho junto a Rachel Homan, pero al clasificar el equipo femenino de ésta para los Juegos le impidió participar también en el evento mixto. Morris se buscó entonces una nueva compañera, encontrándola en Lawes. Juntos entrenaron únicamente durante 30 minutos antes de los trials. No lo tuvieron fácil, pero derrotaron en la final al dueto compuesto por Valerie Sweeting y Brad Gushue, todo un campeón olímpico en Turín 2006.
Antes de entrar en más detalles sobre su oro histórico en el debut de los dobles mixtos en Pyeongchang (lo que les convertiría en los primeros curlers canadienses en poseer dos medallas de oro olímpicas) echemos un vistazo a los inicios de Lawes y Morris. Ella empezó a jugar a este deporte a los cuatro años y desde entonces se ha dedicado por completo a él. Entró siguiendo los pasos de su padre, profesional de este deporte. Kaitlyn tiene más familiares cercanos compitiendo en el curling, pero ella es, de lejos, la que más ha destacado. Aunque empezó su carrera siendo skip (el “cerebro” de entre los cuatro componentes de un equipo de curling), se unió a la exitosa Jennifer Jones desde la temporada 2010-11. Bajo su dirección conseguiría su primer oro olímpico, en los Juegos de Sochi 2014, y además de una forma contundente e inmejorable al acabar imbatidas (primera vez que ocurría en la historia olímpica) por 11-0. Los triunfos con el Team Jones han continuado, alzándose con el título mundial en 2018, un año que resultó perfecto para Lawes, una deportista con arraigado espíritu olímpico a la que le encanta contemplar en directo cómo otros deportistas alcanzan su sueño olímpico, como hizo en los Juegos de Londres 2012, a los que asistió como espectadora para tener la oportunidad de rodearse de atletas de todo el mundo.
Decíamos que 2018 había sido un año perfecto para Kaitlyn Lawes. Sin embargo, lo que pocos saben es que compitió gran parte del año debilitada por una dolorosa lesión. Una hernia inguinal le impidió entrenar con normalidad. Lawes decidió que los dolores no iban a sacarla del hielo y se autoconvenció de que no se convertirían en una distracción para su prestación.
Pasemos a John Morris, diez años mayor que su compañera. Bombero de profesión y autor de un libro-guía sobre su deporte. “De casta le viene al galgo”, como se suele decir: su padre fue el inventor del “estabilizador” para la escoba que se usa en el curling. No es de extrañar que empezara a jugar al curling a la tierna edad de cinco años. Como Lawes, Morris empezó siendo el skip de su propio equipo, aunque en su caso mantuvo el puesto durante bastantes temporadas. Y, como Lawes, llegó un momento en que se cambió de equipo y pasó a formar parte del de Kevin Martin, considerado por muchos expertos como el más grande curler de la historia. En el Team Martin Morris pasó al puesto de “third” o “segundo en importancia tras el skip”. En ese equipo el natural de Winnipeg ganaría el oro en los Juegos de Vancouver en la categoría masculina. Morris tenía fama de ser el “chico malo del curling”, aunque su pundonor le llevó a jugar el Mundial de 2008 con una mano rota, ganando finalmente el título. Los triunfos siguieron en grandes competiciones, siendo durante cuatro años uno de los equipos más dominadores en la historia del curling, pero Morris no pudo participar en más ediciones olímpicas en la categoría masculina debido a la ya mencionada dificultad en alzarse con el puesto como representantes de Canadá en los trials nacionales. Si ya no alcanzó con su equipo el puesto para los Juegos de Turín 2006 tampoco lo harían para los de Sochi ni los de Pyeongchang.
Eliminados sus respectivos equipos de estar en los Juegos de Pyeongchang, ambos jugadores deciden juntarse para participar en la nueva modalidad olímpica. Pese a que perdieron su primer encuentro, frente a los noruegos, ganaron en todo el resto. Según Lawes esa competición resultó ser “la más exigente física y mentalmente que he jugado nunca”. Tras los Juegos, Kaitlyn retornó a su equipo femenino de siempre, aunque prometiendo seguir con Morris hasta la siguiente cita olímpica de Pekín 2022. Morris, por el contrario, decidió concentrarse en la modalidad de dobles mixtos. No siempre ha podido participar junto a su compañera de podio olímpico en distintas competiciones, ya que Lawes tiene otros compromisos con su equipo femenino. Tras unos meses concentrado en los dobles mixtos, a Morris le surgió la oportunidad de integrarse en un equipo masculino como “second”, o segundo tirador dentro del equipo, un puesto en el que nunca ha jugado y que pudiera suponer una “degradación”, pero el doble campeón olímpico lo ve como una motivación más en la que está completamente comprometido, sin olvidarse de su alianza con Kaitlyn Lawes. ¿Se superarán a sí mismos y se convertirán en campeones olímpicos por tercera vez en la próxima cita olímpica?