ESTADIOS OLÍMPICOS 7: EL OLYMPIASTADION DE BERLÍN 36
Cuando se designó a Berlín para albergar los Juegos Olímpicos de 1916 se encargó al arquitecto Otto March la construcción del estadio olímpico, en la zona de Charlottenburg. Pero al estallar la I Guerra Mundial estos Juegos nunca se celebraron. Sin embargo, se volvieron a conceder a Berlín la celebración de unos, los de 1936 y en esta ocasión el encargado fue el hijo de Otto, Werner, como arquitecto principal, acompañado por su hermano Walter. La idea original -para los Juegos de 1916- era realizar el estadio unos metros bajo tierra, pero se acabó desechando, aunque el primer anillo del nuevo estadio sí que quedó 12 metros por debajo del nivel del suelo. Pero los planes iniciales habían cambiado mucho tras acceder los nazis al poder, ya que Hitler quería un estadio grandioso que reafirmara su poder y presencia, un estadio usado con fines propagandísticos. Así, tenemos que Adolf Hitler gozó de una tribuna especial y propia durante los Juegos que allí se celebraron.
En efecto, el estadio de Berlín llegó a ser tan grandioso que llegó a albergar durante los Juegos 110.000 espectadores. Posee aún el récord de 100.000 espectadores en un partido de béisbol, la mayor entrada para un partido olímpico de este deporte. La construcción duró dos años: desde 1934 a 1936. El complejo no incluía únicamente el estadio (que fue el escenario, huelga decir, de los éxitos de la leyenda del atletismo Jesse Owens), ya éste formaba parte del Olympiapark con otras instalaciones anejas donde se celebraron otros deportes, como el hockey hierba, deportes ecuestres, natación, etc.
El estadio olímpico apenas fue dañado durante la II Guerra Mundial, si acaso con algo de metralla. Durante el conflicto fue usado como búnker, almacén de munición y víveres y fábrica de detonadores. Fue capturado por el ejército soviético en abril de 1945 durante la llamada batalla final de la II Guerra Mundial, la cual tenía como objetivo la invasión total de Berlín por parte de los Aliados. Pese a haber sido capturada por los soviéticos, a partir del fin de la guerra fue ocupada, hasta la lejana fecha de 1994, por el ejército británico, que colocó su cuartel general aquí una vez finalizado el conflicto. Curiosamente lo hizo en unos edificios, al noreste del estadio, que el Tercer Reich había usado antes, desde la década de 1920 hasta 1936, como Academia de Entrenamiento Físico. Los británicos la siguieron usando como gimnasio pero también para otros usos, como el colocar una gigantesca antena de radio. Desde 1945 hasta el citado año de 1994 aquí las fuerzas británicas han celebrado cada año el “cumpleaños oficial de la reina”. Durante todos esos años el estadio no dejó de ser utilizado como campo deportivo, siendo el estadio, por ejemplo, donde jugaba -y juega- el equipo de fútbol del Hertha BSC.
Con la reunificación alemana se planteó qué hacer con el estadio, existiendo tres alternativas: destruirlo, dejarlo en ruinas a la manera del Coliseo romano o renovarlo. Se optó por esta tercera opción. La renovación fue muy completa y su coste ascendió a 242 millones de euros. Durante la misma se encontró una bomba de la II Guerra Mundial sin estallar. Se bajó su capacidad a 74.475 asientos, que sigue convirtiéndolo en el estadio de fútbol de mayor capacidad en Alemania y ha obtenido la categoría de estadio cuatro estrellas de la UEFA. En la reconstrucción se respetó la piedra natural ya que es considerado un monumento nacional. El campo de juego fue bajado en 2.65 metros y se cubrió con un techo soportado por 200 columnas. El techo está hecho de paneles transparentes que permiten la entrada de luz solar. Fue reinaugurado en 2004. Lo que sigue existiendo del pasado en la Torre de la campana, de 77 metros de altura y que permite una magnífica vista de la capital desde lo alto. Esta torre fue usada durante los Juegos Olímpicos como poste de observación por varios colectivos, como prensa, jueces o médicos. En la torre estaba la Campana Olímpica que tenía inscrita los aros olímpicos, el año 1936, un águila, la fecha 1-16 agosto, la Puerta de Brandenburgo, dos swástikas y el lema “Llamo a la juventud del mundo”. La torre fue usada por los nazis como archivo, para ser más tarde dañada seriamente por los soviéticos. En 1962 fue reconstruida y, como decimos, la campana sigue a la vista pero no en la renovada torre ya que cayó desde lo alto y ya ha sido imposible hacerla sonar de nuevo.
Este estadio ha sido escenario no solo de los Juegos Olímpicos, amén de numerosos eventos de diversos deportes así como conciertos con las mayores figuras de la música, sino que ha albergado dos Mundiales de fútbol, los de 1974 y los de 2006, incluyendo en éstos la gran final, amén del Europeo de atletismo en 2018, la final de la Champions League en 2015 o, para finalizar, el Mundial de atletismo de 2009 donde Usain Bolt batiera los récords mundiales en los 100 y en los 200m.