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TAIWÁN Y LAS LIMITACIONES A SU PARTICIPACIÓN EN JUEGOS OLÍMPICOS

Taiwán es el único país del globo que no tiene permitido participar en los Juegos Olímpicos bajo su bandera y su himno. Todo debido, como lamentablemente suele ocurrir, a causas políticas. La isla, habitada por más de 23.000.000 personas de origen chino, tiene una relación de amor-odio con la China continental, a la que perteneció y con la que llegó a enfrentarse en una guerra en el siglo XX. Simplificando mucho, desde 1945 la isla y el continente están bajo regímenes políticos que no se reconocen mutuamente y que los ha llevado a tener un frágil equilibrio diplomático, siendo optimistas. Su papel en el concierto internacional a nivel deportivo es deudor de ese conflicto no resuelto y paga el hecho de no ser un país reconocido como tal por muchas naciones.

Su trayectoria en Juegos Olímpicos ha sido, pues errática, sin seguir una línea recta. Entre los Juegos celebrado en 1932 a los de 1948 los deportistas de la isla participaron en los Juegos dentro del equipo unificado con la China continental ya que aún no se habían separado como tal. Como país aparte de la China continental realizó su debut en Juegos Olímpicos en 1956, en la edición celebrada en Melbourne. En cuanto a los Juegos de Invierno, debutó en los de Sapporo 72. Desde Melbourne 56 el nombre utilizado en sus participaciones olímpicas era el de República de China (que denominaremos ROC a partir de ahora), salvo en las ediciones de 1964 y 1968 en las que sí participó con la denominación de Taiwán. Todo cambió a raíz de los Juegos de Montreal 76. En ellos, ROC no participó ya que decidió boicotearlos. En los años 70 una serie de países empezaron a reconocer como legítimo el Gobierno de Pekín, de tal manera que Taiwán se fue aislando internacionalmente más y más. El deporte no se libró de ese aislamiento. Canadá había sido uno de los países que había reconocido al Gobierno central de Pekín como el legítimo sobre el de la isla. El entonces primer ministro canadiense, Pierre Trudeau, se negó a que tomara parte en los Juegos de Montreal un país –aparte de la propia China- que contuviera “China” en su denominación. En medio de este conflicto hay que señalar que un año antes la República Popular China –esto es, la continental-, que llevaba separada del COI por decisión propia desde 1958, pidió el restablecimiento de su país en el COI y en los Juegos Olímpicos. Al hacerlo, exigía paralelamente que Taiwán debía perder su certificado como miembro de pleno derecho. Lo ocurrido con los Juegos de Montreal algunos lo achacan a, en realidad, un conflicto entre Canadá y Estados Unidos, ya que ambos países norteamericanos apoyaban respectivamente a una de las partes. En cualquier caso Taiwán se negó a aceptar los términos exigidos por Trudeau para poder participar en Montreal 76. La ausencia de Taiwán en Juegos Olímpicos se prologaría hasta los dos Juegos (de invierno y de verano) celebrados en 1984.

Manifestante a favor del cambio de denominación. Foto de EPA-EFE

¿Se han perdido? Pues aún vienen más tribulaciones. En los Juegos de Sarajevo volvieron al seno olímpico…pero lo hicieron con otra denominación: “China Taipei”. Para su información, no existe ningún país con esa denominación. Fue una convención a la que llegó el COI, el cual literalmente forzó a Taiwán a participar bajo esa denominación tras la Resolución de Nagoya en 1981. Aparejado llevaba no poder usar ni su himno ni su bandera. En su lugar se llegó a la convención de una bandera “neutral” que mezcla símbolos de varias banderas: por una parte están los aros olímpicos; por otra un cielo azul con un sol blanco (emblema que aparece en la bandera real de Taiwán). Ambos se incluyen en una flor de cinco pétalos Prunus mei –la flor nacional del país- con los colores de la bandera real. El Gobierno de Taiwán siempre se opuso a esta convención, pero no le quedó otro remedio si quería volver a participar en unos Juegos Olímpicos. Según Taiwán estas imposiciones violaban los artículos 6, 64 y 66 de la Carta Olímpica y llegaron a apelar en tribunales, aunque sin éxito.

Con la denominación de China Taipei los deportistas de Taiwán han participado en todas las ediciones olímpicas posteriores, pero ahora ha peligrado su participación en los Juegos de Tokio 2020 ya que se llegó a plantear en un referéndum popular la posibilidad de cambiar el nombre al de Taiwán. Ante esto, el COI advirtió seriamente que, de hacerlo, entraba en riesgo seriamente su participación. Por ello la campaña electoral ha sido paradójica, pues deportistas de élite pedían el no al cambio de denominación, ya que veían peligrar su participación, aunque por otra parte el atleta medallista olímpico Chi Cheng  inició la llamada “Campaña del Equipo de Taiwán para los Juegos de Tokio”. En realidad nunca estuvo en peligro su participación como atletas, pues lo habrían hecho de forma neutral, bajo bandera olímpica. Una vez realizado el referéndum, en noviembre de 2018, finalmente no ganó la opción de cambio de denominación. El Comité Olímpico del país se congratuló por el resultado.

La denominación de Taiwán o de Taipei sí que ha sido apoyada en otras grandes celebraciones deportivas internacionales. Sin ir más lejos, en La Universiada celebrada en la misma Taiwán en 2017 atletas argentinos llevaron la auténtica bandera de Taiwán en la ceremonia de clausura. Recibieron una reprimenda del COI por ello, pero igualmente fueron ovacionados en el estadio. En los Juegos Gays celebrados en Austin, Estados Unidos, se denominó al país como “Taipei” y se permitió el uso de su bandera nacional.

La cuestión es clara: ¿qué ocurriría si Taiwán no se opusiera a China, la todopoderosa nación multimedallista en Juegos Olímpicos, la cual está apoyada por el COI? ¿Permitiría el COI la humillación que lleva sufriendo décadas? Mientras tanto, el COI defiende a capa y espada a Kosovo, nación no reconocida por muchos países. ¿Doble rasero? ¿Diferencia de trato?

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