ALISE POST: DESTINADA DESDE NIÑA A HACER ALGO GRANDE EN EL BMX
Cuando era niña, a Alise Post no le gustaban los juegos “típicos” de sus congéneres. Siguiendo el ejemplo de su hermano, ocho años mayor que ella, se adentró de lleno en el mundo del deporte. A Alise le gustaba practicar muchos deportes, pero se centró en la gimnasia y en en el salto con pértiga. Sin saberlo, dominar estas disciplinas le sería muy útil a Alise en su futuro como medallista olímpica en otra supuestamente bien diferente. Cuando contaba solo seis años de edad, y por sugerencia de su hermano, Alise probó por primera vez el BMX, la categoría más espectacular –y peligrosa- del ciclismo. Apoyada en todo momento por sus padres se apuntó a su primera competición…de la que se retiró antes incluso de que empezara por el miedo que le dio ver la pista desde la línea de salida. Cuando parecía que Alise abandonaría antes de empezar su carrera como rider no solo continuó tras el “trauma” inicial, sino que quedó segunda en su primera carrera. A los 15 años Alise Post ya se había convertido en una profesional del BMX y lo hizo logrando éxito tras éxito. El apoyo de sus padres fue tal que incluso llegaron a construir una pista de BMX en casa para evitar largos desplazamientos de la joven Alise. Todavía existe y es una de las mejores instalaciones de Estados Unidos.
El destino de Alise parecía ser convertirse en medallista olímpica. Para cuando se celebraron los Juegos de Pekín 2008 podría muy bien haberlo sido dados sus resultados en las mejores competiciones internacionales, pero por entonces tenía 17 años, dos menos de los exigidos 19 debido a los peligros que entraña esta disciplina deportiva. Sí que conseguiría ser olímpica en la siguiente cita, pero en Londres 2012 la estadounidense no tuvo suerte, pues se cayó en semifinales, quedando tirada sobre la pista. Sin embargo, ya entonces Alise demostró tener espíritu olímpico, pues insistió en llegar a cruzar la línea de meta, mucho más tarde que el resto de sus rivales.
Mientras tanto, la rider americana había tenido la oportunidad de ir conociendo a otro compañero, esta vez australiano, llamado Sam Willoughby. Sin ella saberlo, Sam la había conocido a través de cintas de vídeo y discos de DVD comprados en Estados Unidos sobre el deporte que practicaba donde aparecía Alise, siempre ocupando algún lugar en el podio. Sam y Alise se intercambiaron mensajes hasta coincidir en una serie de pruebas. Al parecer, no hizo falta mucho tiempo para que ambos se enamoraran y desde entonces han estado juntos. Con el tiempo Sam adelantó a Alise en su sueño de conseguir una medalla olímpica, pues el australiano logró en Londres 2012 la medalla de plata.
Tras los Juegos de Londres, con una participación negativa para Post, su vida fue a peor a nivel personal, pues se le diagnosticó a su madre melanoma, del que moriría poco tiempo después. Durante esos meses tanto Alise como Sam le dedicaron todos sus triunfos y en su cuerpo y en sus bicicletas portaban mensajes de ánimo a Cheryl, la madre de Alise. Mientras Alise competía con el mensaje “Fuerza Cheryl” escrito en el cuadro de su bicicleta Sam incluía el lema “Team Chery: ¡No te rindas!” en una cinta alrededor de su muñeca.
En el ciclo olímpico previo a Río Alise pasó por lesiones graves que, no obstante, no le impidieron estar a punto para la cita olímpica de 2016. En ella emuló a su compañero Willoughby, ganando la medalla de plata. Él, sin embargo, esta vez sería la parte desafortunada de la pareja llegando en sexto lugar a la línea de meta en la final. Pocos días más tarde la tragedia volvería a golpear a la pareja, esta vez directamente a Sam, que sufrió una gravísima caída entrenando que lo dejó paralítico. Desde entonces Alise ha estado a su lado, ayudándole en todo momento en la recuperación. Sam no ha podido volver a practicar su deporte, pero sí cumplió su promesa de casarse –la fecha estaba decidida antes del accidente- en pie y caminando. Ahora Sam se dedica a entrenar, mientras Alise sigue compitiendo y ganando medallas (se proclamó campeona del mundo, sin ir más lejos, en 2017). Adoptó el apellido de su marido y fue noticia recientemente, de nuevo de manera lastimosa, al serle robada su bicicleta mientras ésta estaba aparcada fuera de un restaurante donde comía.