ROBERT Y CHRISTOPH HARTING: HERMANOS CAMPEONES EN LA MISMA PRUEBA EN SUCESIVAS EDICIONES OLÍMPICAS
Robert y Christoph Harting son la primera pareja de hermanos en ganar el oro olímpico en la misma prueba de los Juegos Olímpicos de verano –en su caso, en el lanzamiento de disco- en dos Olimpiadas seguidas. El primero, nacido en 1984, lo logró en Londres 2012, mientras que el segundo, cuatro años menor, le tomó el relevo en Río 2016.
Robert abrió el camino, con un impecable palmarés que culminó en el oro olímpico de los Juegos de 2012. Sólo tres años antes de la gran cita olímpica había logrado su primera medalla de consideración: el oro en el Mundial que se celebró en Berlín. Oro que repetiría en los Mundiales de 2011 y 2013. Aunque lo cierto es que ya en el Mundial de Osaka de 2007 se alzó con la plata. En ese mismo campeonato se empezaron a ver sus épicos duelos con alguien que se convertiría en su rival de siempre: el polaco Piotr Malachowski. Cuando no ganaba uno un campeonato, lo hacía el otro. Curiosamente, Malachowski continuaría siendo el gran rival del pequeño de los Harting, pero para eso tendrían que pasar unos cuantos años.
No es extraño que los hermanos Harting se dedicaran al atletismo, pues sus padres practicaban deporte dentro del sistema de la antigua Alemania del Este. Además, el propio padre también fue lanzador de disco, actividad que heredaron sus hijos. El citado oro del hijo mayor, Robert, en los Juegos de Londres sería, a la postre, el primer oro de la todopoderosa Alemania en atletismo en doce años, desde Sidney 2000.
En 2014 una rotura de ligamentos obligó a Robert Harting a retirarse temporalmente, reapareciendo solo en 2016 pocos meses antes de la siguiente cita olímpica. Sin embargo, el mejor momento ya había pasado para el alemán, que falló en la calificación en Río aquejado de un lumbago el día anterior a la prueba. Eso sí: de espectador en la final de “su” prueba pudo disfrutar del éxito de su hermano al que felicitó, de entre otras maneras, con un tuit en el que afirmaba que el relevo de la nueva generación había llegado ya, en la persona de su propio hermano Christoph.
Los dos hermanos han compartido prueba y ambos pueden llamarse campeones olímpicos –ambos, por cierto, frente al mismo máximo rival, el citado polaco Malachowski, que iba líder en Río hasta que uno de los últimos lanzamientos de Christoph le arrebató el oro-. Sin embargo, su carácter no puede diferenciarles más. Mientras Robert es expresivo al máximo, siendo uno de sus rasgos definitorios las celebraciones de sus victorias, que incluyen correr con la bandera alemana saltando los obstáculos de las vallas, colocarse la pertinente mascota al hombro o incluso rasgarse la camiseta, su hermano menor Christoph no puede ser más parco y callado, hasta desagradable, en las obligatorias ruedas de prensa y entrevistas. En Río se hizo “famoso” por la rueda de prensa que tuvo que dar tras su oro olímpico. Su declaración consistió en un escueto “No me gustan las entrevistas, no soy una persona pública y no busco publicidad”, añadiendo “hay personas extrovertidas y personas introvertidas. Yo siento embarazo al ser el centro de atención. Soy un campeón olímpico que quiere celebrarlo únicamente con los suyos”.
En algo en que sí coinciden ambos hermanos es en haber sido, en un determinado momento de sus carreras, objetos de polémica, aunque bien diferentes. Robert lo fue cuando antes del Mundial de Berlín de 2009 abogó por la liberación limitada de sustancias dopantes. Ello le trajo críticas del público y de la propia Federación Alemana de Atletismo. Robert llegó a criticar públicamente el trabajo de la Agencia Mundial Antidopaje, al subrayar el desequilibrio en la lucha contra el dopaje según en qué países y no se quedó su crítica en la AMA, sino que apuntó tan alto como a Thomas Bach, presidente del COI, afirmando que “forma parte del sistema de dopaje”. Volviendo al Mundial de Berlín, la organización distribuyó entre el público una especia de vendajes para los ojos para “no ver la miseria del dopaje”. Robert Harting criticó la iniciativa, declarando haberse sentido tentado de lanzar su disco entre las gradas. Todo ello no significa que esté a favor del dopaje, ni mucho menos. De lo que se queja el ya ex atleta es de la ineficacia de la lucha contra esa lacra del deporte y las irregularidades que los organismos pertinentes realizan en la misma. Una de las mayores quejas de R. Harting es que si un deportista no se somete individualmente al Código AMA le despojan de todos sus derechos, mientras que cuando lo hacen países enteros no pasa nada.
La polémica creada por su hermano Christoph tuvo un cariz bien distinto: en el podio de Río, durante la ceremonia de entrega de medallas, realizó auténticas payasadas tras las que hubo de disculparse ante la avalancha de críticas. Estuvo silbando mientras sonaba el himno de su país. A ello se le une su rechazo a ofrecer entrevistas (se encaró con un periodista por pronunciar mal su apellido). Su comportamiento llevó al rechazo incluso de compañeros suyos de expedición y de las autoridades alemanas del atletismo.
El hermano mayor Robert también fue protagonista de una insólita anécdota tras ganar su oro en Londres 2012: en la celebración posterior esa noche con familiares, amigos y fans perdió la acreditación. Cuando volvió ya bien entrada la madrugada a dormir en la villa olímpica superó sin ella dos controles de seguridad, pero no el tercero, que le impidió el acceso. Se vio obligado a dormir en plena calle, sobre el césped de un jardín hasta que, horas más tarde, consiguió una nueva acreditación. Polémicas aparte, Robert y Christoph han conseguido un logro inédito y de indudable valor: el citado de sucederse en lo más alto del podio olímpico siendo hermanos.