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LOS ORÍGENES DEL TRIBUNAL DE ARBITRAJE DEPORTIVO, UNA CREACIÓN DEL COI

Cada vez más a menudo oímos hablar del TAS o CAS (según el idioma de sus siglas). Día sí y día también está presente en las noticias del deporte, no solo las de temas olímpicos, sino de cualquier deporte, sea profesional o no. Estamos hablando, como ya sabrán, del Tribunal (o Corte) de Arbitraje Deportivo, que tan pronto decide sobre casos de dopaje como que sanciona a grandes clubes de fútbol por la contratación de jugadores menores. Sus siglas están presentes en nuestras vidas.

Lo que no todos saben que fue creado por Juan Antonio Samaranch, una de tantas otras innovaciones que quiso introducir en el deporte, en su caso en el ámbito olímpico. Hasta su creación, los conflicto en el mundo del deporte, bien fuera entre individuales, entre Federaciones, entre individuales y Federaciones y un largo etcétera, se resolvían en los tribunales ordinarios, con el gasto y la tardanza que ello conllevaban. La idea era crear un tribunal que concerniera al ámbito deportivo únicamente, ya que los procesos judiciales –por lo demás, costosos- eran cada vez más numerosos al aumentar el profesionalismo de los deportistas.

La primera idea surgió en 1981 en el Congreso del COI de Baden-Baden. Samaranch era consciente de las peculiaridades que entraña el reglamento deportivo, de ahí la necesidad de un tribunal específico. Repasemos su desarrollo inicial:

Cuando Samaranch fue nombrado presidente del COI dimitió como uno de sus miembros el jurista africano Kéba Mbaye, persona valiosa –era vicepresidente de la Corte Internacional de La Haya- pero que sentía que no aportaba nada al COI y que pensaba presentar su carta de dimisión fuera cual fuera el nuevo presidente elegido. Samaranch no quiso perderle y se planteó entonces la creación de un tribunal deportivo en el que Mbaye pudiera ejercer como presidente. Cinco meses después del Congreso de Baden-Baden ya estaba redactado el primer documento sobre la constitución del tribunal. Desde sus mismos comienzos quedó claro que sus resoluciones no tendrían carácter obligatorio, sino arbitral.

En 1982 tuvo lugar en Roma un nuevo Congreso del COI en el cual se hizo público el proyecto del tribunal. Hubo que esperar un año más para aprobar sus estatutos como órgano totalmente independiente del COI. Hay que subrayar este aspecto: nació del COI, que lo creó, pero no depende del mismo. Sus miembros, todos prestigiosos juristas, serían nombrados a partes iguales por el COI, los Comités Olímpicos Nacionales y las Federaciones Internacionales, dejando diez miembros más nombrados directamente por el presidente del COI.

Hasta 1984 no se aprobaron definitivamente los estatutos, así como que se establece su sede en la ciudad suiza de Lausana. En la elección de sus miembros se trató que hubiera representantes de los cinco continentes y de todas las partes del mundo. Empieza pues a ponerse en marcha, con el citado Mbaye como primer presidente, pero su primer fallo no llega hasta el 30 de enero de 1987 (como curiosidad, se trataba de resolver el conflicto entre un entrenador que había agredido a un árbitro en un encuentro de la liga suiza de hockey hielo).

Samaranch junto a Mbaye en la inauguración del TAS en Lausana

No tuvo unos comienzos fáciles el nuevo tribunal. Poco a poco fue ganándose la confianza. Para conseguirlo ayudó el hecho de querer independizarse totalmente del COI, sin recibir ayuda económica del máximo organismo deportivo. Es por ello que en 1994 se creó el CIAS, que a partir de entonces fijó la financiación. El CIAS inició su caminar con veinte juristas de alto nivel de todo el mundo. Ahora nos llama la atención el hecho de que entre ellos, y como representante de los atletas, se encontraba el hoy presidente del COI Thomas Bach. El CIAS vino a sustituir al COI en sus funciones y garantizaba la administración, financiación  y supervisión del TAS.

Desde 1996 el TAS quiso acercarse más a los deportistas abriendo otras dos oficinas en otros tantos continentes, en concreto en Sidney y en Denver (que posteriormente se trasladaría a Nueva York).

El TAS tiene como uno de sus objetivos ser más rápido en sus resoluciones que la justicia ordinaria, aunque puede llegar a los doce meses hasta su sentencia. Suele resolver los casos con la intervención de tres árbitros, que son independientes de cualquiera de las partes. En casos excepcionales como durante unos Juegos Olímpicos existe un tribunal ad hoc para resolver los conflictos en 24 horas, durante los mismo Juegos. La primera vez que actuó fue durante Atlanta 96 donde, ubicado en la propia villa olímpica y de manera gratuita, resolvió seis casos. Desde entonces se constituyen en cada edición olímpica.

Hay que destacar que antes de acudir al TAS han de agotarse todos los recursos al interno de una Federación. En determinados y limitados casos se puede presentar apelación ante el Tribunal Federal de Suiza y así sucedió por ejemplo en el caso de la devolución de la medalla de oro al canadiense Ross Rebagliati en snowboard, correspondiente a los Juegos de Nagano 98. En un principio se le había desposeído de su medalla por uso de marihuana pero el TAS determinó que dicha sustancia no estaba entonces en la lista de prohibidas.

El TAS interviene tanto en litigios entre particulares como recursos sobre dopaje, etc. De entre los muchos casos en los que ha intervenido de forma decisiva destacamos:

-Intervenciones sobre el pasaporte biológico

-Destaca el caso de la patinadora alemana Claudia Pechstein, ya que la Corte Federal de Justicia alemana reconoció una falta de jurisdicción en su caso.

-Casos como el positivo por dopaje de la gimnasta rumana Andreea Răducan por tomar pastillas contra la gripe prescritas por su médico.

-El caso del dopaje de estado ruso, que impidió la participación de atletas rusos en los Juegos de Río, así como en los de Pyeongchang, teniendo que hacerlo en éstos como atletas neutrales.

-Casos como los numerosos dopajes de atletas rusos acontecidos en los Juegos de Sochi 2014.

-Casos sobre la verificación del género de deportistas.

-La aplicación de la llamada “Regla de Osaka”, que combatió Estados Unidos para que se permitiera la participación de su atleta sancionado LaShawn Merritt en los Juegos de Londres 2012.

Samaranch consideró la creación del TAS como uno de sus mayores logros, pues abarató y aceleró los procedimientos jurídicos. Lo que es cierto es que hoy en día no se concibe el funcionamiento del deporte sin esta herramienta.

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