Camino a Pyeongchang,  Heroínas olímpicas

ANNA HOLMLUND, EL PORTENTO MALOGRADO DEL SKI CROSS, TRISTE BAJA PARA PYEONGCHANG

Una de las favoritas para la prueba del ski cross (recorrido en esquíes sobre un terreno con curvas y baches) de los Juegos de Pyengchang en su modalidad femenina era claramente la sueca Anna Holmlund. Con 23 años ya había participado en sus primeros Juegos Olímpicos, los de Vancouver 2010, quedando en sexta posición. Meritorio papel, si tenemos en cuenta que sólo dos años antes había empezado a practicar ese arriesgado deporte. Para cuando disputó su segunda experiencia olímpica, la de Sochi, ya lo hizo pillando metal, en su caso el bronce. Pero la sueca no estará en los Juegos de 2018 debido a una gravísima lesión en la que estuvo a punto de perder la vida.

Poco más de un año antes de la gran cita olímpica de Pyeonchang, concretamente el 19 de diciembre de 2016, Holmlund se encontraba entrenando en la pista italiana de Innichen de cara a una prueba de la Copa del Mundo. Anna se estrelló y esa caída supuso graves consecuencias para su cabeza. El golpe conllevó una pérdida de conocimiento. Fue inmediatamente trasladada a un hospital en la localidad de Bolzano, donde permaneció una semana sedada en la unidad de cuidados intensivos. El resultado del primer escáner que se le realizó fue descorazonador. La zona facial presentaba lesiones demasiado graves, así como fueron importantes los daños neuronales. Fue operada allí mismo, inducida al coma y posteriormente trasladada a Suecia, donde permaneció cinco largos meses en coma.

Anna Holmlund ha estado ingresada en distintos hospitales en su país natal. Ha tenido que batallar por su propia vida y por ir recuperando poco a poco sensaciones, empezando por el reconocimiento de fragancias. Mientras ella luchaba por realizar mejoras cognitivas y físicas, su familia ha tenido que pelear con el sistema sueco de Sanidad para poder costear los gastos médicos. Con el tiempo, ya regresada la consciencia, Anna fue trasladada a su casa, pero necesita de dos asistentes. La sueca está dando pasos muy pequeños y lentos, siendo el primero el reconocimiento de sus propios familiares y amigos. Mientras, sus progenitores luchan para que Anna obtenga la ayuda que necesita por parte del Estado. Su caso ha pasado de las autoridades estatales a las locales, teniendo que sufrir la esquiadora un accidente doméstico para que la Agencia Sueca del Seguro Social decidiera alargar la prestación de dos asistentes.

Pero hay que ser optimistas con esta campeonísima, en numerosos podios de la Copa del Mundo desde 2009 (29, para ser exactos, siendo 17 de ellos victorias). La deportista se siente animada y positiva. Este portento del deporte, que tomó el ski cross como segundo deporte profesional tras ser jugadora de fútbol de un club de la Primera División sueca, ganó sus primeras pruebas de la Copa del Mundo de ski cross solo un año más tarde de empezar en esa disciplina del freestyle. El mundo del ski cross quedó tocado cuando se lesionó de gravedad y, por ende, Pyeongchang perderá una de las máximas contrincantes y favoritas para el medallero. Su fuerza le ha hecho volver a realizar ejercicios físicos, llegando a afirmar que quiere volver a esquiar. De momento ya realiza sentadillas y ejercicios de movilidad de yoga. El mundo de los deportes de invierno en Suecia le apoya, desde la gran campeona del esquí de fondo Charlotte Kalla hasta el novio de Anna, el también esquiador de la misma modalidad del freestyle Victor Öhling Norberg.

Anna Holmlund casi con toda seguridad nunca podrá cumplir con su sueño de ser campeona olímpica, puede que incluso pueda no volver a practicar el arriesgado deporte que le proporcionó tantos éxitos pero, sin duda, tras una larga lucha puede decirse que ha vencido a la vida.

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