GENZEBE DIBABA: “LA DETENCIÓN DE MI ENTRENADOR PERTURBÓ MI PREPARACIÓN PARA RÍO 2016”
Jesse Owens y Usain Bolt comparten con un tercer atleta algo que sólo ha ocurrido en tres ocasiones en la Historia de su deporte: batir tres récords mundiales en tres eventos diferentes en un periodo no superior a quince días. ¿Quién es el tercer atleta que ha logrado tal gesta? Se trata de una etíope de apariencia diminuta: Genzebe Dibaba. Es la “mujer récord” por excelencia. A día de hoy tiene siete plusmarcas mundiales, aunque pocas horas después de escribir estas líneas atacará una más. En febrero de 2015 batió con escaso margen de tiempo los récords de los 1.500, 3.000 metros y el de las dos millas. Mediofondista que cubre muchas distancias (y que, nos confesó, probará también pronto la larga distancia de los 10.000) no es sino una más de un clan familiar que, en su conjunto, ha conseguido docenas de medallas, incluyendo diez olímpicas.
Porque Genzebe tiene un gran ejemplo a seguir, fundamentalmente el de su hermana Tirunesh y su prima Derartu Tulu. La primera, por citar sólo sus mayores logros, ha sido tres veces campeona olímpica y tiene tres medallas más en JJ.OO, mientras que Tulu cuenta con dos oros y un bronce olímpicos. Genzebe tiene en ellas un ejemplo a seguir y las valora dándolas una importancia fundamental en su carrera: “Estar compitiendo, estar en una pista de atletismo, es siempre gracias a mi familia. Así lo entiendo yo. Desde que era una niña he visto a mis familiares ganar oros en Juegos Olímpicos y otros campeonatos y ellas me enseñaron lo grande que era el atletismo. Es gracias a ellas y debido a ellas que soy lo que soy. Me han hecho fuerte. No he necesitado nada de otras personas ya que he obtenido todo de mi propia familia. Ellas son la razón por la que compito y soy una atleta. Ellas me han apoyado mucho”.
Su hermana mayor Tirunesh es un espejo a seguir para Genzebe, pero no se obsesiona con superarla. Es más, no cree que pueda hacerlo, según nos contó, al menos en cuanto a medallas olímpicas se refiere: “No creo que pueda llegar nunca a superar a Tirunesh, porque ella tiene muchas medallas, pero espero hacer algo de historia olímpica yo misma por mi parte”.
Es verdad que Genzebe Dibaba parece estar más pendiente de hacer récords que de conseguir medallas, porque hasta ahora, en una carrera que comenzó en 2009 “sólo” ha conseguido un oro mundial (en los 1.500 del Mundial disputado en Pekín en 2015, así como un bronce en esa misma cita), tres oros en Mundiales en pista cubierta y, sobre todo, una plata olímpica en Río, en la carrera de los 1.500. Sus dos experiencias olímpicas fueron bien dispares. Genzebe nos las repasa: “En Londres me lesioné, así que no pude acabar la carrera. Estaba segura de que podría haber conquistado el oro, especialmente durante el mes previo a los Juegos porque estaba en un estado de forma espléndido y estaba pensando en el oro olímpico, pero los Juegos Olímpicos son también una cuestión de suerte. En esa ocasión no la tuve”. Efectivamente, una lesión en la última vuelta de su serie hizo que se retirara de los Juegos, unos Juegos en los que, por sus tiempos, tendría que haber salido con el oro colgado del cuello, si no al menos con alguna medalla de otro metal.
A Río iba con más experiencia; Genzebe no podía consentir que algo parecido a lo de Londres 2012 le volviera a ocurrir. Lideraba la carrera cuando, a unos 300 metros del final, no pudo con el ataque de la eventual ganadora, la keniana Kipyegon. En la meta Genzebe alcanzó el segundo puesto, que podría saber a poco, pero no fue esa la impresión que le quedó a la etíope: “En Río conseguí la plata y me siento muy contenta y orgullosa de haberla logrado porque no deja de ser una medalla olímpica. Salí contenta de Río, ya que conseguí mi primera medalla olímpica”. Y es que, si bien sus marcas la situaban como favorita en las vísperas de la carrera olímpica, un suceso poco más de un mes antes pudo haber dado al traste con cualquier aspiración de medalla. Estando en Sabadell, los Mossos d´Esquadra llegaron a detener a su entrenador, Jama Aden, por un asunto tan grave como el tráfico y el suministro de sustancias dopantes. Algo así pudo haber incluso acabado con la carrera de Genzebe, pero ella dio nunca positivo en ningún análisis y finalmente su entrenador fue liberado tras la detención inicial. Mas todo el embrollo afectó a la mediofondista, en vísperas casi de la mayor cita deportiva en años. Así cuenta Genzebe cómo pasó esos duros momentos: “Fue realmente muy molesto para mi preparación de cara a Río. La Prensa, mucha gente, no paraban de preguntarme por el asunto y eso molestaba a mi preparación. Fue un asunto que me sorprendió mucho, estaba en shock. Nunca habría pensado que podría pasar algo así. Yo creo en el trabajo duro. Me fastidió que esto ocurriera antes de unos Juegos Olímpicos. Lamento mucho que esto pasara porque tanto yo como mi entrenador creemos en el trabajo duro”.
Pasado el mal rato y la medalla final en Río 2016 Genzebe sigue corriendo y consiguiendo récord tras récord. Piensa en la próxima cita olímpica de Tokio, pero no le obsesiona ni siente presión por lograr el oro que debe, tiene que llegar para una atleta tan prestigiosa como ella. Tokio está lejano aún y se presenta más como un sueño que como un plan: “No puedo a día de hoy planear aún nada sobre los Juegos de Tokio porque están muy lejos y nadie sabe lo que puede ocurrir de ahora a entonces. Pero mi sueño y mi objetivo es alcanzar el oro en olímpico allí. No siento presión ni obsesión por ello”.