AHMED AL MAKTOUM: UN APASIONADO ORO OLÍMPICO EN MEDIO DEL DESIERTO DEPORTIVO DE EMIRATOS
Podría haber hecho historia en otras facetas, incluso Historia, con mayúsculas. Su pertenencia a la realeza y clase gobernante de un país pujante que está viviendo una revolución económica (no en los aspectos sociales o políticos, eso sí) podría haber hecho incluir su nombre en los anales como dirigente político pero, sin embargo, ha entrado por derecho propio en las páginas del olimpismo al conseguir para su país su primera medalla en unos Juegos Olímpicos y, además, de oro. Su nombre poco podrá decir al público en general pero Ahmed Al Maktoum es un tirador que ganó el oro en la edición de 2004 celebrada en Atenas y que sería, en consecuencia, la primera medalla olímpica para los Emiratos Árabes Unidos.
Este jeque siempre tuvo espíritu deportivo, pero sus preferencias se inclinaban por el squash, deporte no olímpico. Con la raqueta había ganado el título nacional en un par de ocasiones pero estaba claro que su sueño de convertirse en olímpico no lo iba a alcanzar si seguía practicando ese deporte. A una edad algo avanzada para empezar -34 años- se pasó al tiro olímpico. Al fin y al cabo, este deporte no le era desconocido, porque desde su infancia había participado en cacerías junto a su familia. De hecho, su primera arma la tuvo a la temprana edad de cuatro años.
Pero no por ser millonario se consigue así como así ser campeón olímpico. Este emiratí se dedicó en cuerpo y alma al tiro, practicando once horas diarias y tirando 50.000 veces al año (para hacernos una idea, el tirador que le siguió en la clasificación en Atenas 2004 tira una media de 7.000 veces al año).
Al Maktoum ha participado en tres ediciones olímpicas y en dos modalidades. En su primera experiencia, en Sidney 2000, sus puestos finales se pueden calificar de modestos: 18º en trap y 23º en doble trap (tirar a dos objetivos en movimiento en un segundo o menos). El bombazo lo consiguió en Atenas 2004. Ya “avisó” logrando la cuarta plaza en el trap (se le escapó el bronce por un simple acierto), pero en el doble trap obtuvo el oro. De 150 tiros, sólo falló seis en la primera fase de la competición del doble trap.
Todavía acudió a los Juegos de Pekín 2008, pero su nivel bajó espectacularmente: un 30º puesto en el trap y un digno séptimo lugar en su especialidad de doble trap. Si su trayectoria como deportista había acabado allí no lo hizo del todo en unos Juegos Olímpicos. Al de Dubai le había impresionado una joven esperanza del tiro: el británico Peter Wilson y lo acogió para ser su mentor de cara a la Olimpiada que se iba a celebrar en casa, la de Londres 2012. Wilson lograría el oro en el doble trap, ante sus compatriotas. El jeque entrenó gratuitamente al joven inglés –al fin y al cabo, el dinero de los petrodólares le sobraba-. Según sus palabras, ver la competición de Wilson desde la grada le hizo sentirse terriblemente inútil, pero cuando ganó el británico le supo mejor que su propia medalla de oro en Atenas, afirmó. La historia entre ambos nació de una manera casi casual, encontrándose ambos en China a raíz de los Juegos de Pekín. El europeo se acercó al veterano campeón olímpico para pedirle un simple consejo y Ahmed Al Maktoum, al ver que no faltaba el deseo en el británico por convertirse en el mejor, decidió acogerlo bajo su ala.
El propio Al Maktoum habría querido competir en Londres, pero pocos meses antes de celebrarse, cuando su nivel estaba aún más alto que cuando ganó el oro en Atenas, se sintió mal en una competición en Belgrado. Al acudir al médico se le descubrió una enfermedad en el corazón que podría derivar en algo más serio, afectándole a las válvulas. Se le prohibió terminantemente la competición. Aun así, no puede evitar practicar el deporte del tiro cada día. Pero ahora sus objetivos se centran en generalizar la práctica de su deporte en Emiratos. Organiza competiciones en su país y ha firmado un acuerdo con el COI para su promoción en las escuelas.