EL EMBROLLO DE LA HISTÓRICA PRIMERA REPRESENTANTE EN GIMNASIA ARTÍSTICA PARA TRINIDAD Y TOBAGO
El nombre de Trinidad y Tobago sonará este año más que nunca antes en unos Juegos Olímpicos. Por desgracia, lo hará debido a una amarga disputa en torno a la gimnasta de artístico con plaza para Río. El pequeño país caribeño tiene una plaza no nominativa en dicho deporte, es decir: que puede elegir quién la usará. Muchos meses antes de los Juegos la Federación nacional de gimnasia decidió que se la llevaría aquella gimnasta que lograra mejor puesto en el Mundial disputado en Glasgow. Lo hizo Thema Williams, a poca distancia en puntos pero sí en puestos –dieciocho- entre ella y la siguiente de su país: Marisa Dick.
A partir de ahí, la controversia llegó. Dos sucesos tuvieron lugar principalmente para hacer cambiar de opinión a la Federación de Trinidad y Tobago: por un lado Williams sufrió problemas de lesiones, que hacían temer que no estaría en la mejor forma física en Río, especialmente en cuanto a la finalización de saltos se refiere. Eso les hizo barajar el error de haber tomado la decisión con tanta antelación antes de los Juegos.
El otro aspecto detonante fue la aparición pública de una foto de Williams en top-less…que “curiosamente” su rival Dick se encargó de hacer llegar a las autoridades nacionales de gimnasia. Lío al canto. Madeja que se embrolla más cuando una persona anónima publica una foto en top-less…de Marisa Dick.
En cualquiera de los casos la Federación toma la determinación de enviar a Dick a la prueba test de Río celebrada unos cuatro meses antes de los Juegos. Williams exige poder participar. Casi con más fuerza lo hace su madre, indignada por el cambio en el criterio. También le escama que se tenga que cambiar el calendario de preparación de su hija, cuando daba por sentado que su participación olímpica era segura y enfocaba su preparación única y directamente para los Juegos.
En esas estamos cuando el tranquilo pueblo trinitario se enciende en defensa de Williams y con algo que si no es odio se le acerca mucho hacia Dick. La cuestión es que Marisa Dick es canadiense, de madre de Trinidad y Tobago. Las redes sociales locales e incluso el público recibiendo –mal o bien, según de qué gimnasta se tratara- a las deportistas convertidas en rivales han polemizado hasta la saciedad sobre el asunto en el país. Se dice que la gimnasia se ha convertido en el deporte más popular de allí, aunque no se conozcan sus reglas. El nacionalismo también ha jugado su papel, alegando algunos que “si no quisieron a Dick en Canadá, tampoco la queremos nosotros”.
La Federación también ha arriesgado hasta el máximo en la presentación de la candidata nacional ante la Federación Internacional, apurando los trámites. Incluso llegaron a presentar a Williams al test de Río, retirándola pocas horas antes del comienzo debido a una aparente lesión, mientras que la protagonista clamaba que se debía a una campaña contra ella. Marisa Dick, entretanto, hará historia al convertirse en la primera representante de su deporte en unos JJ.OO, por parte del país caribeño, pero hay voces en casa que siguen clamando “O Williams o nadie”. Además, una campaña popular de firmas para solicitar el recorte financiero a la Federación de gimnasia en el país ha sido un éxito.
El asunto no ha quedado en una mera polémica o en un motivo de discusión en la calle, pues Thema Williams ha anunciado que demandaría a la Federación de su país por un millón y medio de euros debido a su exclusión. Su abogado esgrime que la gimnasta habría ganado ese dinero en patrocinios y otros ingresos de haber ido a Río. Si de algo ha servido toda esta polémica ha sido para que en un país tan pequeño se hable de un deporte minoritario.
