STANIOUTA Y HALKINA: LAS ESPERANZAS BIELORRUSAS EN RÍTMICA INDIVIDUAL EN RÍO 2016
Tienen nombres cuya pronunciación y escritura pueden costarnos…aunque nada comparables con los elementos que ellas realizan con una facilidad pasmosa. Son Melitina Staniouta y Katsiaryna Halkina, las dos representantes de Bielorrusia en Río en cuanto a gimnasia rítmica individual se refiere. Amadas por la afición de países lejanos al suyo propio y con un palmarés muy “apañado”, pese a la constante que les persigue –y, deducimos, perseguirá de por vida- de tener siempre por encima a las rusas, lucharán por “la restante medalla” en Río frente a la ucraniana Rizatdinova, la coreana Yeon Jae Son y alguna otra sorpresa (como la georgiana Pazhava) que pueda impedirlas llegar al podio.
Mientras Halkina colecciona medallas (platas y bronces) en Mundiales y Europeos desde 2013 –tiene ahora tan solo 19 años-, su compatriota, más experimentada (pero con escasos aún 22 años) ha ganado hasta el día de hoy 14 medallas en Mundiales…y dejamos ahí la cuenta, para no aburrir. Staniouta ya cuenta con experiencia olímpica, pues participó en Londres, donde acabó en un 12º puesto de infausto recuerdo para ella: “Para mí fue muy estresante. Fue una competición muy dura para mí, sobre todo desde el punto de vista mental tras los Juegos. No sé hasta qué punto me ayudará mi experiencia previa en unos Juegos Olímpicos, espero que lo haga. Unos Juegos Olímpicos causan un estrés muy grande para los deportistas que aún no son lo suficientemente maduros y para los que no se encuentran entre los primerísimos puestos. El ambiente en Londres para mí estuvo cargado y además yo iba sola, mientras que el resto de gimnastas tenían otros en quien apoyarse. Presión tenemos todos, todos los deportistas que queremos mostrar lo mejor de nosotros mismos”, nos contó en vivo la propia Melitina.
En Londres en lo personal lo pasó mal Staniouta –famosa por su elemento que usa en todos los aparatos, en el que asciende progresivamente desde abajo hasta arriba sin dejar de girar-, pero al menos disfrutó algo de la vida de la villa olímpica: “Me encantó en Londres ver a Isinbayeva, a Phelps. Recuerdo que en la villa todos veíamos las carreras de Bolt. Por supuesto que era un ambiente estupendo. Como deportista sabes lo duro que es para otro deportista alcanzar unos Juegos Olímpicos”.
La más madura de las bielorrusas cuenta que “desde pequeñita soñé con ir a unos Juegos Olímpicos”, pero se confiesa supersticiosa y se niega a hablar de los de Río: “No quiero hablar de mis sueños sobre Río. Yo solo me preocupo de hacer mi trabajo y demostrar de la mejor forma posible todo lo que he estado entrenando y soy capaz de hacer. Lo fundamental es convertir en realidad en competición lo que una es capaz de hacer en los entrenamientos. Como deportista tengo que entrenar para controlar mis nervios al competir”.
Sale a colación el tema de las rusas, ¿cómo vencerlas? Ambas gimnastas no parecen amedrantarse ante la plétora de gimnastas de altísimo nivel y palmarés que su vecino país puede ofrecer. Halkina responde: “Para vencer y superar a las rusas solo se necesita una cosa: trabajar. Yo me preocupo solo de mi propio trabajo. No es asunto mío que los resultados de mi deporte dependan de las votaciones de los jueces. Yo me ocupo de lo mío, que es trabajar”. Su compañera está aún más convencida: “Podemos vencer a las rusas, ¿por qué no? Eso es simplemente un cliché, el que venzan siempre, pero ellas también pueden cometer errores, como cualquier otra persona. Las rusas no son robots”.
Para vencer a las rusas habrá que dar el 110%. Staniouta está dispuesta: “Me siento bien, todo marcha según lo planeado. Espero que todo siga así, como debe ser, que actúe como estoy entrenando (realiza el típico signo eslavo de superstición). Cuando me preguntan por el futuro no quiero comentar nada, por superstición. Trabajo y espero mostrar los frutos de mi trabajo en Río”. Por su parte, Halkina es optimista también: “Me siento preparada. Estoy entrenando todo lo posible”. Como su compañera, remolonea sobre hablar sobre Río 2016: “No voy a hablar de mis predicciones para Río. Tengo mis ambiciones y sueños pero tengo por norma no hablar de lo que puede ocurrir en el futuro”.
En Río Katsiaryna seguirá los consejos de sus compañeras más experimentadas: “me han aconsejado que para los Juegos Olímpicos hay que prepararse sobre todo por el plano psicológico. Por supuesto que hay que llegar en perfecta forma física, pero el aspecto más duro es el mental. Las que ya han estado me han contado que tuvieron cierta sensación de que en sus actuaciones les ayudó estar a punto mentalmente”. Halkina, admiradora en sus inicios de Kabaeva y Bessonova, confiesa cierto temor hacia su primera experiencia olímpica: “Pienso en Río y tengo una sensación de algo de temor, aunque como no estaré sola, sino con un equipo, eso me ayuda a no temer tanto respecto a si acudiera sola. Sin embargo, estoy convencida de que el ambiente del público será excelente, por el carácter tan singular de los brasileños. Me encanta cuando el público llena los pabellones y grita animando, algo que ayuda mucho a las gimnastas, pero la organización de Río 2016…”.
Muy distinta es la sensación de Melitina Staniouta, nada temerosa: “No temo al zika ni a nada, porque tengo la siguiente teoría: nuestro destino ya está escrito, independientemente de lo que haga el individuo. Por eso no temo ni a los aviones ni a nada. Si tiente que ocurrir, ocurrirá, ¿para qué tener temores?”.