FABIOLA, LA JUGADORA DE VOLEIBOL DE BRASIL DISPUESTA PARA RÍO TRAS SER MADRE EN MAYO
Fabiola tiene 33 años. Es colocadora de la selección brasileña de volley, equipo al que más vale conseguir medalla en Río, siendo como es siempre uno de los favoritos en este deporte; siempre. Y más en casa. Fabiola es un caso especial, pues ha dado a luz el 19 de mayo. Pese a ello, está en el equipo seleccionado por José Roberto Guimaraes para disputar los Juegos de Río.
El mérito singular de esta deportista es la prontitud con la que ha regresado a los entrenamientos, todo para poder ser olímpica en sus Juegos. Justo un mes depués del parto se encontraba entrenando en Saquarema, centro de entrenamiento de la selección brasileña. Menos mal que la jugadora tiene mucha ayuda por parte de su entorno puesto que, mientras entrena, su padre, su marido, su hija mayor –de diez años- e incluso una enfermera cuidan de la pequeña Annah Vitória.
Mientras el bebé luchaba por nacer, Fabiola se jugaba muy mucho su futuro olímpico aquel 19 de mayo. A la segunda hija de la atleta le costó salir del seno materno y, tras cuatro horas de parto, todo hacía prever que habría que practicarle la cesárea a la madre. De haber sido así, ya podía despedirse Fabiola de acudir a Río como protagonista en las canchas. Los plazos de recuperación habrían sido insuficientes. Muy grande debió de ser el deseo olímpico de la colocadora, puesto que consiguió finalizar el parto de manera natural, sin necesidad de intervención.
Solo de esta manera puede estar la jugadora en las canchas únicamente un mes tras el parto. Algo en lo que no es novata, pues lo mismo le ocurrió en el caso de su primogénita, Andressa. La mamá –entonces primeriza- se puso a entrenar un mes tras dar a luz.
Fabiola tiene doble mérito, puesto que no ha renunciado a la lactancia materna en esta su segunda maternidad, algo a lo que suelen renunciar las deportistas de élite para recuperar su cuerpo lo más pronto posible. Debe de ser esta una mujer especial, porque hay que destacar que estuvo jugando profesionalmente con su equipo -el Volero Zürich de la liga suiza- hasta el cuarto mes de embarazo. Eso sí, cuidándose al máximo, tanto en la alimentación como en los ejercicios físicos. Su embarazo y parto han sido seguidos al detalle por la Prensa de su país, ante la duda de que la jugadora pudiera estar o no en los Juegos más importantes para Brasil en el que puede que sea su deporte más destacado.
Pese a tener un palmarés envidiable, que incluye dos medallas en Mundiales (una plata en los de Japón 2010 y una de bronce en Italia 2014) no pudo acudir a los Juegos Olímpicos de Londres, por lo que su última oportunidad para poder ser olímpica pasa por serlo en los de Río 2016.