LUCAS EGUIBAR: “EN SOCHI LA TABLA ME VOLABA, PUDE HABER GANADO UNA MEDALLA”
Lucas Eguibar es esa clase de deportistas que puede no solo volver a proporcionar gloria y medallas a su país, sino devolverle la ilusión en los deportes de la nieve, tan de capa caída en España durante décadas. El joven vasco ya pudo haber conseguido medalla en Sochi 2014 si no se hubiera caído en la semifinal, tras haber ganado todas las carreras previas: “Ese día estaba andando muy rápido porque el primer trabajo, que es el de las tablas, que lo hace Gian Luca Trionte, hizo un trabajo magnífico y la tabla me volaba, iba muy rápido. Y luego el trabajo mío lo estaba haciendo muy bien y yo creo que lo que me faltó fue experiencia. Tenía 20 años, era mi segunda o tercera temporada en la élite y tenía falta de experiencia”. El rider español, como se denomina a los competidores de snowboard, su deporte –en concreto la especialidad de cross-, demostró ganando en su siguiente carrera, la llamada “small final” que podría haber optado a podium: ”Sí que le he dado muchas vueltas a la cabeza porque si no me hubiera caído, visto que estaba yendo muy rápido tenía sensaciones de poder conseguir una medalla, pero valoro como muy buena mi primera experiencia olímpica, además con un diploma olímpico. Con 20 años ojalá hubiese podido conseguir una medalla pero con 20 años poder decir que quedé séptimo en unos Juegos Olímpicos yo creo que es decir algo muy bueno”. El error de la semifinal no está dispuesto a volver a cometerlo: “Yo siempre digo que una caída siempre te ayuda. Si hoy cometes un error seguro que mañana te acordarás de él y estás pendiente de no realizarlo”.
Los deportistas sacan fuerzas en ocasiones de experiencias extremas o incluso traumáticas. Puede ser el caso de Lucas, que vio cómo, a cinco meses de estrenarse en una Olimpiada, su hermano sufría un accidente que le provocó lesiones en el cerebro. Mientras su hermano luchaba por lo más básico, su vida, Lucas lo hacía en las duras pistas de cross. La motivación que sacó Lucas del percance se vio reflejada en un cortometraje – “Gigantes paralelos”- protagonizada por los hermanos Eguibar y de visionado obligado para comprender tanto los esfuerzos de un deportista de élite como los de un afectado en plena juventud por un revés del destino.
Lucas, que ganó recientemente una prueba de la Copa del Mundo –en Veyssonaz, Suiza- y que fue de hecho el primer rider español en ganar una prueba de dicha competición (ya lleva dos victorias y seis podios en la Copa del Mundo y fue el ganador final de esta competición en 2015) ya tiene los ojos puestos en los próximos Juegos Olímpicos: los de Pyeongchang:“Todavía quedan dos años y dos años muy bonitos porque el año que viene, además de la habitual Copa del Mundo, tenemos el Mundial en casa y encima tenemos la clasificación para los Juegos Olímpicos, así que tendremos un año en el que va a haber muchos objetivos. El Mundial en casa va a ser espectacular, con familiares, etc. Me lo tomo con mucha alegría y muchísima ilusión”.
Eguibar puede ir ensayando cómo es la sensación de competir en casa, pues este mismo fin de semana se celebrará en Baqueira Beret la última prueba de la Copa del Mundo de snowboard cross, en la que tiene puestas muchas ilusiones. Lucas Eguibar ya se está haciendo con un nombre entre sus rivales, lo que puede perjudicarle en las estrategias particulares de su deporte, en el que se van clasificando/eliminando competidores en cada carrera que se disputa, algunas de pura estrategia en las que no faltan las alianzas para eliminar a los rivales más fuertes.
Entretanto, Eguibar, como otros riders, ha probado ya la pista olímpica de Pyeongchang y le ha dado buenas sensaciones: “La pista me ha gustado muchísimo. Es un circuito largo, sobre el minuto 14 segundos, así que muy bien y está además mejorando porque el primer día llegamos y no estaba muy bien trabajada la pista, había muchísimos baches y, de hecho, hubo muchísimas caídas y luego, según fueron transcurriendo los días, fueron mejorando. A mí particularmente me gustó mucho”. Buenos augurios, pues, para este joven de San Sebastián que, pese a la pertinaz sequía de medallas hispanas en los Juegos de Invierno no siente presión por ser el que por fin dé a España una medallas en los Juegos disputados en la nieve: “No siento presión para dar a España la medalla olímpica, pero ojalá que llegue conmigo. Pero yo siempre he dicho que las cosas se hacen poco a poco y si el trabajo se hace y luego tienes un buen día de carrera, pues saldrá. Si no consigo medalla en Pyeongchang 2018 no será una decepción para mí, pero sí tendré esa espina, porque estoy andando muy bien estos años y espero hacerlo igual en los Juegos Olímpicos. Sé que es una carrera y que puede pasar de todo, que puede ir muy bien o muy mal”.
La experiencia es un grado y la prueba de fuego olímpica ya la pasó Lucas en Sochi, competición de la que declara haber marcado un antes y un después “porque los Juegos Olímpicos es donde al final un deportista se mide, sobre todo con el diploma olímpico que conseguí, pero creo que puedo luchar por algo más en los próximos y ahí sí que pondré un antes y un después”.
Sochi 2014 lo recuerda como algo “espectacular, por ver a tantos países juntos, tantas competiciones y con la repercusión que estaban dando en España, la gente que me escribía…La verdad que para mí fue muy bonito. Cuando volví a casa todo el mundo me escribía y llamaba y eso para mí fue muy bonito”. Buenos recuerdos pese a que el comienzo no fuera de buen agüero: “Tuvimos problemas al ir a Sochi. Yo solo pude estar una semana. De hecho llegamos un día tarde a los entrenamientos. Llegamos una mañana tras dormir sólo tres horas y al día siguiente, cuando todo el mundo ya estaba andando como tiros, yo me caí y me hice daño, pero luego recuperé bien y pude competir bien”. Ahora sólo le queda rematar esa faena que, por una caída, quedó inconclusa en la ciudad rusa y, de esta manera, conseguir la ansiada medalla olímpica, algo que podría relanzar su deporte en España.
