RUTH BEITIA: “LUCHARÉ POR CONSEGUIR EN RÍO LA MEDALLA OLÍMPICA QUE ME FALTA”
La capitana del atletismo español, que se jugará mañana mismo una medalla mundial en Pekín, charló con nosotros sobre su experiencia olímpica, con la esperanza de acudir a la próxima cita de Río. Así nos habló Ruth Beitia de su pasado en la máxima cita deportiva: “Mi experiencia olímpica hasta ahora no ha sido nada amarga, sino progresiva. Cumplí en Atenas mi sueño de estar en unos JJ.OO. Sí que es verdad que en Pekín pasé a la final y el séptimo puesto me supo a poco, así como que el cuarto puesto de Londres fue un poco agridulce en el sentido de que toqué la medalla pero no la conseguí, pero salí de la pista con la sensación de que hubo tres atletas mejores que yo y yo competí al 100%, por lo cual salí satisfecha”.
Eso en cuanto a su pasado olímpico, pero su futuro pasa por clasificarse para Río 2016 tras una de sus mejores temporadas hasta el momento: “Para Río espero que todo siga como hasta ahora, que siga con la misma ilusión y ganas de entrenar como sigo cada día y ojalá que me respeten las lesiones y pueda estar al 100%. Ojalá que pueda luchar por cumplir el único sueño olímpico que me queda por alcanzar: una medalla olímpica”.
Parece que los seguidores españoles pongan demasiado peso y responsabilidad sobre esta cántabra, de la que se espera traiga para casa algún metal olímpico pero ella no parece tenerla: “No siento ninguna presión por tener que conseguir medalla. Al contrario, estoy disfrutando muchísimo y sé que eso es lo que me puede llevar a conseguirla. Es paso a paso: siguiendo trabajando, entrenando, con la misma ilusión y ganas y que me respeten las lesiones. Y, sobre todo, seguir con esta vitalidad que, aunque con 36 años, tengo”.
Esa vitalidad y optimismo podrían ser parte del secreto que la impulsa a seguir pasando horas y horas de entreno. Sin embargo, la atleta parece achacar a otros motivos la razón por la que lleva tantos años en lo más alto del atletismo mundial: “Mi secreto es el entrenamiento, la experiencia, muchos factores. Sobre todo, todos los valores que he ido aprendiendo a lo largo de mi vida deportiva: la perseverancia, el espíritu de sacrificio, saber ganar, saber perder, el respeto por los rivales. Al final es un cúmulo de muchas cosas que llevan a ser lo que soy como deportista y lo bueno es que al final lo puedo extrapolar a cualquier aspecto de mi vida “.
Con tres Olimpiadas a sus espaldas, Ruth Beitia tiene mucho vivido en las mismas: “Mis mejores recuerdos olímpicos son, sin duda alguna, de Londres, así como de Pekín , en que pude desfilar; ese momento fue muy especial. Pero en Londres ese cuarto puesto fue mágico. A nivel general Pekín fue maravilloso en cuanto a colorido y espectáculo; teníamos siete voluntarios por cada deportista. Se volcaron, fue increíble. Estábamos en una burbuja y fue mágico. Atenas fue mi primera Olimpiada y estaba como expectante y en Londres estuve en la clausura, que me pareció un conciertazo, me lo pasé fenomenal. Además, había acabado mi temporada y ¡mi vida deportiva!, así que lo viví al 100%”. Porque la atleta decidió retirarse tras Londres 2012, aunque volviera “con más ganas que nunca”. No quiere hablar ahora sobre una posible pronta retirada, pues ni se plantea un futuro más allá de Río.
La santanderina está de acuerdo en que “una de las cosas buenas de los Juegos Olímpicos es poder ver a cualquier deportista que admiras que sólo tienes oportunidad de verlos por la tele. Conocí, por ejemplo, a Kobe Bryant, que me vuelve loca. Me pareció también increíble conocer a Rafael Nadal, al cual ya admiraba como deportista, pero al conocerle, también como persona. Te puedo asegurar que si es un diez como deportista: peleón, constante, perseverante, siempre llega a todas las bolas aunque esté por los suelos, cuando le conocí en el tú a tú pues muchísimo mejor”.
Finalmente, nos hace partícipes de una de sus múltiples anécdotas vividas en sus días en las diferentes villas olímpicas: “Una vez en Atenas se me quiso colar Messi en el comedor. Miré para atrás y un poco para abajo y dije “¡Uy, pues si es Messi!” y le dije que no se me colara”.
Ahora sólo queda que Ruth cumpla por fin su sueño de medalla olímpica y, sobre todo, que lo haga como ella bien sabe: “disfrutando cada competición al máximo y levantándome cada mañana con ganas de irme a entrenar, que es el motor de mi vida”.