EL PESO DEL PAÍS DE ORIGEN EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS
Es indudable que el país de procedencia de un deportista le influirá en sus posibilidades de convertirse en olímpico y de representar mejor o peor su papel. Sin embargo no vamos a tratar ese discurso en esta ocasión, sino la influencia que tiene ser deportista del país organizador de los Juegos -con la presión que ello conlleva- y la de ser olímpico sin país.
Ese es el caso de Liemarvin Bonevacia, atleta de Curaçao que tuvo que realizar su primera participación olímpica –en Londres 2012- como “atleta independiente”. Ésa fue la denominación escogida por el COI para permitir que los escasos –cuatro- componentes del ya extinto Comité Olímpico de Curaçao no se quedaran fuera de los Juegos. Nos explica este insólito caso el propio atleta en una entrevista que le realizamos: “Fue la primera vez que eso ocurrió. Se debió a que Curaçao perdió su Comité Olímpico en 2010, dos años antes de las Olimpiadas, así que no podría haber competido sin estar representando a un Comité Olímpico nacional. La única solución fue participar en Londres 2012 como atleta independiente. El COI no nos puso ninguna traba para competir”.
Bonevacia, tras esa solución temporal, tuvo que elegir país por el que competir en adelante. Como era imposible por Curaçao, eligió a los Países Bajos, bandera que defiende ahora:“Ahora compito por Países Bajos porque ya no podía competir más por mi país de origen, así que tenía que escoger entre Países Bajos o Aruba y escogí a los primeros”.
La curiosidad de desfilar como atleta independiente le supuso popularidad durante los Juegos de Londres: “La ceremonia de inauguración de Londres fue algo increíble para mí. Me sentí un poquito raro al no tener bandera. Fuimos particularmente bien acogidos por el público. Los cuatro atletas independientes nos convertimos en muy populares. Conseguí muchas solicitudes de Facebook y Twitter”.
El antillano disfrutó tanto de su sueño olímpico en Londres que no quiere dejar de repetir la experiencia: “La experiencia en la villa olímpica fue algo tremendo, inolvidable, por eso quería ir a Río también. Ser olímpico era el sueño de mi vida. Si con 22 años en Londres logré alcanzar la semifinal, en Río aspiro a ser finalista. Si Dios quiere, también incluso una medalla. Todo es posible”.
Caso distinto es el de la también atleta Ana Cláudia Lemos, con la que charlamos. Esta brasileña declara no sentir presión para los Juegos que se disputarán en Brasil: “No tenemos presión los atletas brasileños por el hecho de que se disputen los Juegos en nuestro país. Se respira tranquilidad. Personalmente estoy trabajando para llegar a la final, pero no noto presión porque estoy preparada y concentrada en lo que puedo llegar a hacer. No pienso en lo que otros esperan de mí; tienes que saber olvidarte de eso y huir de lo que otros esperan de ti”.
Ana Cláudia tiene claro que los Juegos de Río serán un éxito: “En Londres el público fue fantástico, algo que no será diferente en Brasil. Habrá mucho público y habrá mucha música, estoy segura de ello, así como de que se llenará el estadio. Ya marcha muy bien la venta de entradas en Brasil”.
Aunque en Londres 2012 consiguió batir el récord sudamericano en los relevos 4×100 no se muestra satisfecha de su actuación en la capital británica, pero está convencida de que mejorará en la cita de Río: “No me gustó mucho mi participación en Londres porque escogí la prueba de los 200 metros y no me fue muy bien. Sin embargo en los relevos fue otra cosa, ya que batimos el récord sudamericano, así que pude mejorar mi participación. Actualmente nos estamos preparando en Londres para nuestros Juegos de Río, que son muy importantes para nosotros. Yo particularmente me los estoy preparando concienzudamente, viendo en qué competiciones en Europa tengo que tomar parte en los meses antes de los Juegos, para llegar lo más fuerte posible. Mi objetivo es ser finalista en Río con mis compañeras del relevo y espero ser yo misma finalista individual en mi prueba”.
