TATIANA TARASOVA: UNA MÁQUINA PARA CREAR CAMPEONES DE PATINAJE ARTÍSTICO
Los seguidores del patinaje artístico que siguen las transmisiones televisivas estarán acostumbrados a ver al borde de la pista a una oronda señora vestida siempre con pieles. Se trata de Tatiana Tarasova, toda una institución del patinaje mundial. Por sus manos han pasado siete campeones olímpicos de tres de las cuatro disciplinas, es decir: estamos hablando del preparador que más campeones olímpicos ha llevado en la historia del patinaje.
No es de extrañar que Tatiana llegara al prestigio y los éxitos que lleva conseguidos teniendo en cuenta que es hija de Anatoli Tarasov, el mayor entrenador de hockey hielo de la historia, aquel que llevó las riendas del mejor equipo soviético, la llamada “Máquina soviética”. Anatoli puso unos patines a su hija a la edad de cinco años. Para su desgracia se trataba de una chica a la que no pudo entrenar en su deporte, pero Tatiana se encaminó a la parte más artística del hielo. Como patinadora de parejas llegó a tener un buen nivel en su país, pero tuvo que abandonar la práctica del deporte a los 18 años motivado por una lesión.
Enseguida Tatiana encaminó sus pasos a convertirse en entrenadora, consiguiéndolo con tan solo 19 años. El resto puede decirse que es historia, pues por sus manos han pasado patinadores no solo rusos, sido grandes estrellas japonesas –Mao Asada ganó una plata olímpica siendo su pupila-, italianas –la pareja de danza compuesta por Barbara Fusar/Poli y Maurizio Margaglio se convirtió en campeona mundial-, canadienses – Bourne/Kraatz fueron campeones mundiales bajo su ala-, estadounidenses como Sasha Cohen, Michelle Kwan y un larguísimo etcétera. Entre los numerosos rusos que han llegado a lo más alto gracias en gran parte a sus consejos están Natalia Bestemianova/Andrei Bukin (oro olímpico y tretracampeones mundiales), Oksana Grishuk/Evgeni Platov (doble campeones olímpicos y tetracampeones mundiales), Marina Klimova/Sergei Ponomarenko (tres medallas olímpicas, entre ellas un oro) y, sobre todo, el que quizá ha sido el más admirado de entre sus patinadores: Alexei Yagudin, el cual se convirtió en campeón olímpico y ganó tres Mundiales estando con Tarasova.
El estilo de Tatiana como entrenadora se diferencia muy mucho del método científico y hasta matemático de su padre. Se cuenta que aquél le regaló una libreta para que Tatiana, en sus comienzos, apuntara esquemas matemáticos para sus ideas. El cuaderno permaneció casi vacío, pues Tatiana prefiere el talento, la brillantez, el arte. La severidad de Anatoli Tarasov se ve en este rasgo para con su hija: aunque ya con 25 años la joven ya se había ganado un prestigio y con 28 se había convertido en la persona más joven honrada con la Orden de Honor en su país, Anatoli sólo la llamó “colega” tras el triunfo olímpico de la pareja Klimova/Ponomarenko. Eso ocurrió en la que era la sexta Olimpiada de su hija y su tercer oro.
Tatiana es requerida por muchos patinadores. Incluso, cuando los “abandona”, no duda en volver a entrenarlos si se lo piden, como pasó en caso de la japonesa Mao Asada. La rusa la retomó como pupila tras recibir un par de cartas de Keiko, madre de Mao, rogándoselo. Tarasova parece poseer un ojo clínico que distingue de inmediato a un campeón en potencia. Lo nota, según confiesa ella misma, desde la primera sesión. Para ella lo más difícil es la elección de la música, que debe provocar una auténtica tormenta y calar en el alma. La música es lo primordial para esta entrenadora. Pese a su amplia experiencia, niega conocer la receta para crear campeones, siendo su principal objetivo crear algo interesante para sus patinadores, algo fresco y nuevo. “No hay un método secreto: es producto del talento y la práctica. Los entrenadores deben desarrollar el talento de sus patinadores con el fin de conducirles a una actuación perfecta. El entrenador debe guiar al atleta a alcanzar ese nivel”. Está claro que Tatiana ha conducido ya a muchos hacia esa actuación perfecta. Si su padre entrenó a la Máquina soviética del hockey ella parece una auténtica fábrica de campeones.