CAMINO A RÍO PASANDO POR MADRID
A poco más de un año vista de Río 2016 los deportistas ya van decidiendo el futuro de su participación y adquiriendo sus puestos para ir a la ciudad brasileña. En el caso del bádminton acaba de iniciarse el circuito mundial de torneos donde los jugadores irán adquiriendo los puntos necesarios para acceder a ser olímpicos. Entre ellos se encuentran una española y un danés con bastantes posibilidades de ello. Charlamos con Beatriz Corrales, que en el Open de España ya logró sus primeros 3.400 puntos y con el danés Joachim Persson, que llegó al número 6 del mundo.
A la española Corrales (22 años) le ha “tocado” coincidir con la sensación del momento, Carolina Marín, actual campeona mundial. Ello la obliga a entrar en el top 16 mundial si quiere estar en Río: “Es algo positivo tener una campeona del mundo con la que puedo entrenar, con la que por supuesto tengo mucha rivalidad en la pista cuando jugamos en los campeonatos. Quizá el hecho de que esté ella suponga otra motivación más de tener que superarme a mí misma. No tengo como objetivo superar a rivales, sino ir superándome a mí misma”.
Corrales ya sabe lo que es triunfar por encima de Marín, pero la situación actual coloca a la andaluza por encima de la madrileña. El buen momento de las dos puede hacer historia en el bádminton español: “El objetivo de todo el equipo técnico es intentar conseguir estar entre las 16 primeras, lo que significaría además que por primera vez estemos dos jugadoras españolas en la misma modalidad en los Juegos Olímpicos”. Corrales lo ve “como un reto difícil pero por supuesto posible. Además tenemos confianza. Tenemos que hacer una planificación a conciencia para ver los torneos en los que participar, planificar los entrenamientos. Voy a tener que seguir un régimen muy estricto para poder llegar a ello, pero sobre todo darlo todo, que no dependa no ir de nosotros. Lo vamos a dar todo, lo consigamos o no”, con esa claridad se pronunciaba la jugadora.
En su carrera hacia Río, que acaba de comenzar en el Open de España donde la española llegó a la final, ha obtenido ya sus primeros puntos: “Ahora mi objetivo es Río, pero estoy convencida de que seguiré luchando por más objetivos: otros Juegos Olímpicos, Mundiales, etc”. Beatriz Corrales está viviendo casi en primera persona el auge repentino de este deporte en España, en gran parte debido a los éxitos de Carolina Marín: “En España no está solo Carolina. El equipo júnior ha conseguido ser campeón de Europa. Se están consiguiendo cosas con mucho trabajo. Lo importante es que la gente se vaya enterando de qué es el bádminton y quiera probarlo. Estoy viendo que poco a poco ya hay más interés en España hacia este deporte, no ya de los medios sino de las personas, porque al fin y al cabo los medios transmiten lo que les interesa a las personas”. Aun así, reconoce que a día de hoy es complicado –en España- vivir del bádminton, aunque “desde el CSD y el COE están luchando para realizar las estructuras que se solidifiquen más y permitan al final lo que necesitamos”. Beatriz disfruta del Programa Pódium, unas “mini ADO”, mediante la colaboración de Telefónica y el COE que le permitirán “llegar a Río en las mejores condiciones posibles”.
El danés Persson vive una situación un tanto diferente. Su país es una potencia en este deporte, tan solo por detrás de ciertos países asiáticos. En las propias palabras del jugador “por ello los jugadores tenemos más presión que en otros países ya que tenemos tanto un mayor número de jugadores de calidad media-alta. Así, tenemos mucha más competencia interna, aunque yo no me siento presionado porque eso es algo que va con la persona. Los jugadores más jóvenes sí que pueden sentir más presión, pero no es mi caso”. La “lucha” por una plaza para convertirse en olímpico en este deporte y en su país es más difícil que en otros. Persson, por su condición de danés, podría tener que renunciar a su sueño: “Soy consciente de que hay tres jugadores daneses que son realmente muy buenos, por lo que será muy difícil que me clasifique, por la competencia interna que comentaba antes, pero por supuesto intentaré clasificarme. Si me va bien la primera mitad del año quizá aumenten mis esperanzas de acudir pero no voy a ir por ahí llorando si no me clasifico. Haré todo lo posible y si hago todo lo posible sé que puedo conseguirlo”.
En el caso de Persson se materializa el eterno dilema de si es justo o no que grandes jugadores con mayor nivel que otros no puedan ser olímpicos por el hecho de haber nacido en un país potencia de ese deporte y quedarse, de esta manera, fuera del cupo de los que tienen derecho a acudir: “Sé que soy lo suficientemente bueno como para poder acudir a unos JJ.OO. En este aspecto no soy afortunado con el reglamento, que pone tope al número de jugadores por país. Ser un jugador de bádminton en Dinamarca tiene sus pros y sus contras: potencial para desarrollarte como jugador y entrenar, pero a la vez una competencia muy grande y número de puestos limitados. Puedo entender que quieran que participen jugadores de muchos países, pero sería mucho mas justo que permitieran la participación de los que están en el top 20, sin importar el numero del resto de tus compatriotas que se hayan clasificado ya, porque de esta forma proporcionas mayor nivel al torneo. Por supuesto que no estoy de acuerdo en que puedan ser olímpicos atletas que entrenan solo un par de veces a la semana pero son de países débiles mientas que otros como yo, que entreno tres veces al día, no podemos ir”. Es el lamento, por otra parte lógico, de este danés que puede quedarse fuera de unos Juegos Olímpicos debido al alto nivel de su país.