LA COMPETICIÓN, EN EL ADN DE VICTORIA PENDLETON
La ciclista en pista más importante de los últimos tiempos, amén de deportista británica más laureada, acaba de cambiar de deporte. Estamos hablando de Queen Victoria, es decir: Victoria Pendleton. La nueve veces campeona del mundo y dos veces olímpica (más una medalla más, de plata) fue una de las reinas de “sus” Juegos, los disputados en Londres. Y eso que la dicha no fue completa para la de Bedfordshire.
Victoria venía de conseguir un récord mundial en la prueba de sprint pocos meses antes de la cita olímpica. Poco después se proclamaría campeona mundial en dicha categoría. Llegaron los Juegos Olímpicos. En casa. Pendleton y su compañera Jess Varnish batieron el récord mundial en la prueba de sprint por equipos en las pruebas clasificatorias, para posteriormente fallar en las semifinales. Decepción en la que era una de sus mayores bazas. La recuperación llegó con el oro ganado en la prueba de keirin.
Le quedaba por disputar a la inglesa la prueba del sprint individual. Estaba fuerte, en forma. Había batido el récord olímpico en las primeras carreras clasificatorias, pero perdió la final. Una plata que supo a poco en la que era su carrera de despedida, pues se retiraría con casi 32 años, tras una carrera que, en el panorama olímpico, había brillado con dos oros (conseguiría también el de sprint en Pekín) y una plata. Esas medallas la hicieron superar a las mismísimas Kelly Holmes y Rebecca Adlington en el ranking de británica con más medallas olímpicas, además de ser una de las protagonistas de aquel equipo británico de ciclismo en pista que admiró a propios y extraños, consiguiendo no solo ocho oros, dos platas y dos bronces, sino un seguimiento que habitualmente no tiene este deporte.
Tras retirarse todo hacía indicar que Victoria, todo un ídolo en su país, era un cebo muy atractivo para los realities y programas de televisión en general y que a ello se iba a dedicar. Ya antes de su retiro había protagonizado portadas de publicaciones masculinas. Una vez fuera del ritmo de la competición, Pendleton combinó una vida que iba desde la participación en culebrones hasta conferenciante al máximo nivel político en pro del deporte en la educación. Un par de libros escritos, un reality, un documental y diseño de bicicletas para mujeres.
Y de repente Victoria parece necesitar la actividad agonística y anuncia, en marzo de este mismo año, que vuelve al deporte…pero esta vez como jockey de caballos. La campeona declaró que estaba “buscando un reto nuevo y entusiasmante”. Un reto que, de momento, consiste en obtener la licencia de categoría A amateur. Quién sabe si en un futuro le permita participar de nuevo en sus queridos Juegos Olímpicos, uniéndose a la –aún escasa- lista de deportistas que han sido olímpicos –cuando no medallistas- en dos deportes diferentes. De lo que no se duda es de su preparación física, garra y entusiasmo.
Su siguiente reto fue subir al Everest pero no pudo alcanzar la cima, sufriendo de hipoxia que le costaron tres semanas de recuperación física y, lo que es peor, contemplar la idea de suicidio por su fracaso, unido a su separación matrimonial.
Actualización: Otra ciclista en pista británica, Laura Kenny, ha superado a Victoria Pendleton como la británica con más medallas.