CIEN HISTORIAS OLÍMPICAS: EL 100 EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS

Celebramos las cien primeras historias olímpicas en este blog con un artículo especial en torno a tan redonda cifra.

– Empezamos con los que se hicieron llamar los Juegos del Centenario, pues se disputaron cien años después de aquella primera edición –en Atenas 1896- de los Juegos de la era moderna. Se eligió con mucha controversia a la ciudad estadounidense de Atlanta. ¿Resultado?: los que llaman peores Juegos de la Historia, según opinión de prensa y público. La organización desde luego dejó mucho que desear, así como el deficitario transporte o la saturación de la Villa Olímpica. Se había optado por la ciudad americana en lugar de repetir en Atenas, según indicaban todos los pronósticos, por razones de seguridad. El destino dio un tortazo al COI, pues los Juegos del Centenario empezaron con una bomba que explosionó en los exteriores del Parque Olímpico, causando la muerte de dos personas y centenares de heridos. No fueron unos Juegos dignos de una celebración tan marcada.

– La primera vez que se superó la participación de cien países fue en los Juegos de México 68, con 112 participantes.

– A su vez, se superaron las cien pruebas muy temprano, en los Juegos de Londres de 1908, realizándose 110 en concreto.

– Los Juegos de Invierno  han llegado a estas cifras únicamente en la última edición disputada, en la localidad surcoreana de Pyeongchang, cuando se realizaron 102 pruebas.

– La primera vez que hubo más de cien mujeres participantes no fue hasta los Juegos de París de 1924, cuando tomaron parte 135…en contraste con los 2 954 hombres (la participación de hombres nunca bajó de cien. La cifra menor fue de 241 hombres en los primeros Juegos de la era moderna)

– Una de las pruebas reinas de los JJ.OO. son los 100 metros estilo libre de natación. Esta prueba ha contado con grandes nombres que se han llevado el oro olímpico. Entre ellos destacamos a Mark Spitz, Matt Biondi, Alexander Popov (dos veces), Pieter van den Hoogenband (dos veces) y Alain Bernard.

– El primer nadador que bajó del minuto en esta prueba reina fue el célebre “Tarzán” Johnny Weissmuller. Lo hizo en los Juegos de París del lejano 1924 con una marca de 59.0 segundos

– Kristin Otto, la denominada reina de Seúl 88, fue la reina también del número 100, pues ganó en dichos Juegos en 100 m libres, 100 mariposa, 100 espalda, 4×100 libres y 4×100 estilos (también consiguió el oro en los 50 m libres)

– Puede afirmarse sin temor a duda que la prueba estrella de entre todas las que forman el calendario olímpico es la de los 100 m lisos de atletismo. El primer hombre en bajar de los 10 segundos fue Carl Lewis en Los Ángeles 84 (con una marca de 9.99). Las mujeres aún no lo han conseguido.

– Precisamente Carl Lewis protagonizó junto al canadiense Ben Johnson la final más mítica de los 100 metros lisos…o la que más ha dado que hablar, al menos. Ocurrió en Seúl 88. Pasó primero por la meta el hoy defenestrado atleta canadiense, con una marca épica de 9,79. Le seguiría Lewis con unos nada despreciables 9,92. Por detrás, el otrora prestigioso velocista británico Linford Christie. El resultado final es conocido por todos: se le despojó del oro a Johnson al dar positivo por estanozolol. Hasta cuatro atletas que participaron es esa final mítica han sido posteriormente marcados por el dopaje. Un  final que en su día deslumbró a todos, pero que, con el tiempo, resultó ser un fiasco.

– Esta prueba, ahora imprescindible en el calendario olímpico, no se celebró hasta los Juegos de Londres de 1908, en que el norteamericano Charles Daniels consiguió un récord mundial. Antes se celebraron en los anteriores Juegos -los de San Louis- la prueba de las 100 yardas. Eso sí: en los primeros Juegos, los de Atenas, sí se disputaron.

– Las mujeres tuvieron que esperar ocho Olimpiadas para correr los 100 metros lisos. No lo pudieron hacer hasta Ámsterdam 28, donde ganaría la épica Elizabeth Robinson.

– Sólo las mujeres disputan los 100 metros vallas, aunque lo hacen únicamente desde Múnich 72 (anteriormente corrían 80 metros)

 Un número redondo que esperamos superar ampliamente contando más historias curiosas olímpicas.