MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 4: LA REMONTADA MÁS ESTREPITOSA EN LA HISTORIA DE LA ESGRIMA OLÍMPICA
Valentina Vezzali coronó su ya prestigiosa historia del deporte olímpico –en concreto de la esgrima- consiguiendo un bronce que le supo a gloria. Ella, que había acudido a Londres con la vista puesta en el oro y perdiendo sólo una semifinal que la enfrentaba a su compañera y compatriota Arianna Errigo y que comenzó ganando como si de un sprint se tratara, vio que el 15-12 en su contra final la dejaba en la tesitura de luchar por la medalla de menor brillo.
Valentina conocía más el oro que otra cosa: ganó seis oros olímpicos, una plata y dos bronces, amén de infinidad de campeonatos mundiales, europeos, etc. Se convirtió en la mujer italiana con más medallas olímpicas de la historia y está posicionada como la primera deportista en el exitoso deporte de la esgrima en su país, ganador de 117 medallas en la historia de los JJ.OO., el país con más medallas. Vezzali igualó al mítico Edoardo Mangiarotti.
Perdida la semifinal, siendo un multicampeón que viaja –en este caso a Londres- para ganar el oro, la lucha por el bronce puede saber a poco. Pero dar por perdido el combate significaba irse de vacío a casa.
Valentina se enfrentaba con la coreana Nam para ese bronce en florete femenino de Londres. Fue un encuentro equilibrado hasta los 100 últimos segundos. Fue entonces cuando la asiática se puso con ventaja. Tanta, que a falta de tan solo 21 segundos la floretista italiana estaba ni más ni menos que con cuatro estocadas por debajo en el marcador. Parecía una empresa totalmente imposible para Vezzali.
Pero fue en ese momento cuando la experimentada italiana, que había sido la abanderada de su país en la ceremonia de inauguración de Londres, sacó su garra, iniciando una remontada que parecía ya tardía, pues sólo quedaban 12 segundos para el término del asalto. A falta de 9 segundos se acerca aún más, llegando a estar un punto por debajo de la coreana a falta de sólo 5. La remontada ya cobraba tintes de épica, pero, aun siendo de lo más meritoria, podía quedarse en estéril si no conseguía al menos igualar el marcador y forzar el tiempo extra. Valentina lo consigue a falta de un segundo. Un segundo. Cuatro estocadas en once segundos. Impresionante. Tras el tiempo reglamentario Vezzali ya se vio con posibilidades y acabó ganando con un marcador de 13-12 en el minuto suplementario.
Por lo demás, hay que decir que el bronce de Vezzali se suma al oro de Elisa Di Francisca y la plata de Arianna Errigo. Es decir: un podio todo italiano. Sin duda la lucha por el bronce fue más emocionante que la del propio oro.