JEANNIE LONGO: LA CAMPEONA MÁS LONGEVA
Decir Jeannie Longo es decir longevidad y lucha en un deporte como el ciclismo que es duro de por sí, pero también es decir polémica, una polémica que no cesa. Es de admirar el palmarés de esta francesa afincada en Grenoble cuyo nombre significa ciclismo femenino. Sin ella este deporte no sería el mismo. Una incontable lista de campeonatos, entre los que destacan medallas olímpicas desde que las mujeres pudieron participar en esta modalidad deportiva allá por 1984 en Los Ángeles hasta la medalla de bronce que se le escapó en Pekín por sólo dos segundos. Longo quiso participar en Londres 2012 ¡con 54 años! pero se lo impidió su temor a una fuerte sanción.
Ahí es donde entra la polémica y las manchas en el incomparable expediente de la francesa. Muchas dudas se han elevado sobre la veterana ciclista: violó tres localizaciones obligatorias; el uso hasta el límite de creatina para poder comer menos carne, dado que es una gran amante de los animales y, sobre todo, la acusación formal a su marido y entrenador, Patrice Ciprelli, de traficar con EPO. Llevado a juicio Ciprelli, que inicialmente había proclamado su inocencia, finalmente admitió haber comprado EPO. El lío jurídico que no nos interesa aquí se embrolla al denunciar la propia corredora a la agencia francesa de dopaje por dañar su imagen pública.
¿Podría ser la EPO la causa de la longevidad de Longo, que llegó a ganar campeonatos con 52 años? Quizá lo llevara en los genes, pues su padre practicó ciclocross hasta los 91 años y ascendió el Mont Blanc con 75, mientras que su madre patinaba con 81 años. También se podría achacar a su dieta. Longo era tan amante de los animales que ahora se dedica…al cuidado de sus cabras y, como anécdota, decir que, cuando se retiró, la Federación Francesa le preguntó qué quería como regalo en su homenaje y ella pidió un burro con el que efectivamente fue obsequiada.
Lo que está claro es que Jeannie nació para practicar deporte. Desde pequeña practicó, entre otros, esquí, llegando a ser campeona universitaria. En ese ambiente conoció al que llegaría a convertirse en su marido y entrenador, pues Ciprelli era un monitor de ese deporte.
La campeona de 13 mundiales, tres Tours de Francia y cuatro medallas olímpicas, entre otros muchos galardones, no era conocida precisamente por su dulzura. Algunas de sus compañeras criticaron públicamente su carácter y contestó al campeón Laurent Fignon cuando éste dijo que una mujer sobre una bici no era estético (sic) “Tú tampoco eres muy estético sobre la bici”. Por algo la llamaban “Terminator”…
La gran dominadora de las pistas y la ruta de finales del siglo XX es un caso fuera de lo común entre los deportistas por otra razón, ya que estudió Matemáticas y aplica en la práctica sus conocimientos económicos en la granja ganadera que detenta en los Alpes franceses. Lo que es indudable es que esta campeona olímpica dejó una huella imborrable en su deporte.