SELECCIÓN FRANCESA DE BALONMANO: DE CÓMO UN EQUIPO PASA DE LA NADA AL TODO
A veces llega una generación de jugadores casi coetáneos que levantan un equipo de la nada al todo. Eso le ocurrió a la selección francesa de balonmano, que de un sexto puesto como mejor resultado en el lejano 1954 pasó a ser la gran dominadora del balonmano mundial, hasta el punto de ganar todas, absolutamente todas las competiciones disputadas de 2008 a 2012. En esos años, más algunos previos, llegó a ganar dos oros olímpicos, un bronce, cuatro oros mundiales, una plata y tres bronces, además de tres oros europeos y un bronce.
El equipo que se formó (y llamaron Les Experts) fue consagrado sobre todo con la inestimable colaboración de dos mediáticos jugadores nacidos lejos de Francia. Por una parte Jackson Richardson, considerado por muchos el mejor jugador de la Historia, nacido en la isla de Reunión y por otro lado el serbio (aunque de madre croata) Nikola Karabatić.
El papel de Richardson fue tan decisivo para los éxitos franceses que se le tributó cuando se retiró una despedida en París-Bercy con la presencia de los mayores símbolos del deporte francés, pero lo que más le gustó, sin duda, fue la visita sorpresa de su madre, llegada desde la lejana isla Reunión, cual programa de televisión de sorpresas a famosos. A propósito de programas de televisión: ya retirado Jackson participaría en el “Pekín Express” galo, donde se quejó de haber recibido supuestos tratos racistas. En cualquier caso, sus 417 presencias con la camiseta gala hicieron que Francia se convirtiera en la máxima potencia de este deporte que ahora es.
En cuanto a su compañero Karabatić, unos años menor pero con el que llegó a coincidir, es también considerado el gran protagonista de esa Francia victoriosa. Tienen en común que ambos han jugado en la liga española (Richardson en Portland San Antonio, mientras que Karabatić fue integrante del Barcelona). El de origen serbio no sufrió problemas de racismo, sino que su “escándalo” iba más por el tema de un supuesto amaño de partidos.
Parece que la polémica gira entorno a los jugadores de balonmano franceses, puesto que la selección, embriagada –literalmente- tras conquistar el oro en Londres se cargó el estudio de L´Equipe en la Villa Olímpica. 20.000 euros de material quién sabe si motivados por haber criticado el diario francés previamente a la selección. En Pekín había ocurrido algo similar con el estudio de Canal Plus. Igual es que ganar tanto les sienta mal, tras una larga sequía que duró décadas. En cualquier caso hay que agradecer a la selección francesa el haber revitalizado este deporte en un nuevo país.